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El caso Ibra

Zlatan

Se acerca el final de temporada y aunque la Liga entra en su fase definitiva, dada la proximidad del periodo de fichajes, empiezan a inundarnos los rumores que hacen referencia a las nuevas incorporaciones. En este punto, la dolorosa eliminación del F.C.Barcelona de la Champions League, además, provoca que los análisis se hagan en caliente y con los resultados como aspecto clave en el análisis. Por eso en En un momento dado, siempre tratamos de alejarnos de los veredictos resultadistas trasladando nuestra propuesta de planificación deportiva a los meses de enero y febrero, fechas en las que, entendemos, es cuando una secretaría técnica debe pararse a diseñar las bases de su posterior actuación en verano. El juicio sobre el equipo no puede depender de un gol de Iniesta en el último minuto en Stamford Bridge, de una pena máxima atajada por Pinto o de un gol anulado a Bojan en el partido de vuelta de unas semifinales de Champions. La maquinaria, no obstante, ya se ha puesto en marcha, y hay un nombre que por encima de cualquier otro centra los debates sobre el conjunto azulgrana: Zlatan Ibrahimović.

A menudo, el afán por simplificar el futbol acaba pervirtiendo el debate y polarizándolo en posiciones carradas y demasiado inmovilistas que obvian los numerosos aspectos que influyen en un engranaje colectivo como es un equipo de fútbol. Utilizar a un jugador como chivo expiatorio es fácil. Si además ha sido el único fichaje de relumbrón, se ha pagado por él un traspaso elevado, fue petición expresa del entrenador y llegó para remplazar a uno de los futbolistas más importantes de la historia reciente del club, el caldo de cultivo está servido. No obstante, entendemos que esta postura poco o nada puede aportar a la hora de arrojar luz sobre la realidad del caso Ibrahimović, y de analizar qué ha sucedido y que pude suceder en el futuro con el delantero sueco.

El fichaje de Zlatan Ibrahimović fue la incorporación más ambiciosa del Barça el pasado verano, que lo incorporó para sustituir al por entonces delantero centro titular, Samuel Eto’o. Llegaba a un equipo hecho, con unos mecanismos de juego consolidados en los que podía encajar a la perfección. Juego de asociación, líneas adelantadas, muchos jugadores alrededor del esférico para combinar, localización del juego cerca del área rival… era el juego en que se había formado Zlatan en el Ajax y que mejor se adaptaba a sus peculiaridades como punta. Ibrahimović es un nueve atípico, más organizador que finalizador, con poco instinto asesino en el área y que sobresale por su capacidad para conectar con los centrocampistas acercándose a la línea de medios. No obstante, en ese Barça los posibles problemas por jugar con un nueve como Zlatan eran menores, pues el equipo encontraba la profundidad que no ofrecería el punta, mediante hombres como Iniesta o Henry. El primero, desde el interior izquierdo, gracias a un desborde individual que empujaba las líneas del adversario hacia atrás, y el segundo valiéndose de la peligrosidad de su desmarque al espacio entrando en diagonal desde la banda. Por eso Ibrahimović era el mejor nueve posible para ese equipo, porqué el equipo tenía herramientas para hacer que sus carencias no restaran, y pesaran más sus virtudes, que son muchas.

No obstante, a lo largo de la temporada, el Barça no ha podido ser el equipo del curso pasado, ya que hombres como Iniesta o Henry, piezas importantísimas en el esquema de la anterior temporada, por diversos motivos, han rallado por debajo de lo esperado. Así pues, sin «el equipo de la pasada temporada» Ibrahimović pierde ese escenario perfecto para él. Si en el Barça 2008-09 Zlatan hubiese restado poco y sumado mucho, ahora sus virtudes pasan a ser menos necesarias y sus debilidades más «molestas». Hoy por hoy, jugar con Ibra es un problema para el Barça.

¿Y el futuro?

Es evidente que de cara a la próxima temporada  el escenario no puede ser el mismo con respecto al caso Ibrahimović, y el club tendrá dos opciones para dar la vuelta a la situación, que dependerán de la línea que el cuerpo técnico quiera que tome el equipo. Si Guardiola opta por continuar la línea actual del 1-4-2-4, lo más probable es que el sueco sea traspasado ya que difícilmente encontrará acomodo en el esquema y el funcionamiento colectivo del equipo. En su lugar, sería más indicado un nueve más móvil, profundo y de más juego sin balón.

Si por el contrario el Barça pretende volver al 1-4-3-3, se incorpora a un extremo izquierdo capaz de aportar la profundidad que en su día aportó Henry, y se encuentran mecanismos para sustituir a Iniesta en caso de que reaparezcan los problemas físicos del manchego, se volverá a crear el contexto para el que Ibrahimović es el nueve perfecto.

En este sentido, los rumores acerca de la posibilidad de que el F.C.Barcelona tenga planificados como fichajes prioritarios a Villa -un punta que se adaptaría perfectamente al rol que desempeñó Henry la pasada temporada- y Cesc -un jugador capaz de actuar en cualquier posición de la media y que por lo tanto puede ser un recambio perfecto ante una baja de Iniesta- pueden suponer un indicio de hacía donde irá el Barça de la próxima temporada, y por lo tanto, de cual puede ser el futuro de Zlatan Ibrahimovic.

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