Con el fichaje de Villa, el F.C.Barcelona se hace con un jugador que llega para solucionar los principales problemas que ha tenido este año el equipo, básicamente falta de profundidad y poca capacidad de intimidación en el área. Su incorporación encaja en lo que necesita el equipo en la posición de extremo izquierdo, y las declaraciones de Txiki parecen confirmarlo: Tiene un perfil de jugador que hace muy bien la diagonal, que va muy bien en el espacio, que tiene profundidad. El objetivo es reproducir el perfil Henry que tan buen resultado dio la temporada del Triplete, es decir, el de un punta caído a banda que entre en diagonal, tenga capacidad goleadora y sepa aprovechar los espacios que genera el peso de la banda derecha azulgrana. Más que un extremo, se trata de un segundo punta, aunque en el inicio de la jugada se pegue a la cal para abrir el campo.
Existen dudas sobre si Villa, en banda, será capaz de sacrificarse en defensa persiguiendo a su lateral…por el bien del Barça, que no lo haga. La transición defensiva del equipo de Guardiola no es esa. Si el Barça necesita que Villa baje hasta su defensa siguiendo a su par, ese será su menor problema, ya que significará que el equipo esta jugando mal. El juego de los de Guardiola es el de encerrar al rival en su campo, llevar el balón lo más arriba posible y que, en caso de pérdida, haya muchos efectivos alrededor del esférico para lanzar la presión. Es esclarecedor observar cómo, con el equipo desplegando un buen fútbol, jugadores como Alves o Busquets recuperan más balones en el campo rival que en el propio. Ahí es donde debe defender Villa y donde puede ser de mucha utilidad, pues aun siendo delantero, se trata de un futbolista agresivo y luchador.
Con Villa, no obstante, el Barça pone la primera piedra para reconstruir ese contexto idóneo para el sueco. Si Ibra es un nueve con poca profundidad y sin apenas desmarques al espacio, Villa destaca precisamente en estos dos aspectos. Si el sueco es un nueve con poco instinto asesino, lejos de lo que se identificaría con un killer del área, el asturiano es justo eso. A priori Ibrahimovic no restará, pues lo que a él le falta lo sumará el Guaje, y el equipo podrá disfrutar de todas las posibilidades que ofrece un nueve como el sueco, que no son pocas, sin que se resienta su juego.
Por último, con este fichaje a Guardiola se le abren nuevas opciones tácticas a utilizar como recurso en momentos puntuales. La principal, jugar con doble punta -Villa e Ibrahimovic- y un rombo en el centro del campo coronado por Leo Messi. Mayor libertad para el argentino, compatibilidad en la delantera y superioridad en la media. Faltaría ver, no obstante, si el equipo es capaz de activar los costados sin ningún jugador de banda a excepción de los laterales.