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El fichaje de David Villa

Sin tiempo para distraerse con el título de Liga, el Barça ha empezado a cerrar las primeras incorporaciones que refuercen el equipo de cara a la próxima temporada. Ya es oficial el fichaje de David Villa, en breve lo será el de Cesc. El mundial apremia, y es época de elecciones…pero siguen mandando los técnicos. Esa es la verdadera clave del éxito del modelo. Desde fuera todos podemos hablar, cada aficionado lleva dentro un entrenador o un secretario técnico, pero a la hora de la verdad, la de tomar decisiones, la responsabilidad debe caer en los técnicos. La base son estas palabras de Johan Cruyff en una entrevista en la que daba un repaso a su carrera. El problema es que tu empieces a trabajar y ellos los directivos digan «yo pienso…», yo les digo: tu no piensas, decido yo.(…)Discuto sobre fútbol con mis ayudantes porque son del mismo nivel que yo. O con los jugadores, que también tienen el mismo nivel que yo. ¿Qué voy a discutir con la junta?¿Quién de la junta sabe algo de fútbol?(…) Si quieres que te explique algo no tengo ningún inconveniente, pero discutir no. Guardiola seguirá al frente del equipo, el caso de Txiki es más dudoso, pero el trabajo realizado en estos siete años le acredita. Así pues, la junta, ya sea la actual o la entrante, solo tiene que ejecutar. Las decisiones las toman otros.

Con el fichaje de Villa, el F.C.Barcelona se hace con un jugador que llega para solucionar los principales problemas que ha tenido este año el equipo, básicamente falta de profundidad y poca capacidad de intimidación en el área. Su incorporación encaja en lo que necesita el equipo en la posición de extremo izquierdo, y las declaraciones de Txiki parecen confirmarlo: Tiene un perfil de jugador que hace muy bien la diagonal, que va muy bien en el espacio, que tiene profundidad. El objetivo es reproducir el perfil Henry que tan buen resultado dio la temporada del Triplete, es decir, el de un punta caído a banda que entre en diagonal, tenga capacidad goleadora y sepa aprovechar los espacios que genera el peso de la banda derecha azulgrana. Más que un extremo, se trata de un segundo punta, aunque en el inicio de la jugada se pegue a la cal para abrir el campo.

Existen dudas sobre si Villa, en banda, será capaz de sacrificarse en defensa persiguiendo a su lateral…por el bien del Barça, que no lo haga. La transición defensiva del equipo de Guardiola no es esa. Si el Barça necesita que Villa baje hasta su defensa siguiendo a su par, ese será su menor problema, ya que significará que el equipo esta jugando mal. El juego de los de Guardiola es el de encerrar al rival en su campo, llevar el balón lo más arriba posible y que, en caso de pérdida, haya muchos efectivos alrededor del esférico para lanzar la presión. Es esclarecedor observar cómo, con el equipo desplegando un buen fútbol, jugadores como Alves o Busquets recuperan más balones en el campo rival que en el propio. Ahí es donde debe defender Villa y donde puede ser de mucha utilidad, pues aun siendo delantero, se trata de un futbolista agresivo y luchador.

La llegada del Guaje, además, debe permitir solucionar uno de los principales quebraderos de cabeza del cuerpo técnico esta temporada, Zlatan Ibrahimovic. La situación del sueco ya fue analizada en En un momento dado con anterioridad, por lo que no nos detendremos en ella sino en cómo el fichaje de David Villa puede modificarla. Hablábamos del sueco como un nueve muy especial, con un contexto muy determinado para brillar y que fuera de éste obliga al equipo a cambiar demasiado su discurso. Su escenario ideal era el del Barça del Triplete, donde sus peculiaridades encajaban a la perfección, potenciando sus mejores cualidades y sin que sus limitaciones lastrasen al conjunto. Por eso Ibrahimovic era el nueve más indicado para ese equipo, y por eso el cuerpo técnico apostó por el cambio Eto’o-Zlatan. Esta temporada, no obstante, el equipo no ha sido el mismo, no ya en cuanto a nivel, sino en concepción. Piezas básicas como Henry o Iniesta han rendido muy por debajo de lo esperado, lo que ha provocado que, finalmente, la presencia de Ibrahimovic en el once suponía un problema más que una ventaja.

Con Villa, no obstante, el Barça pone la primera piedra para reconstruir ese contexto idóneo para el sueco. Si Ibra es un nueve con poca profundidad y sin apenas desmarques al espacio, Villa destaca precisamente en estos dos aspectos. Si el sueco es un nueve con poco instinto asesino, lejos de lo que se identificaría con un killer del área, el asturiano es justo eso. A priori Ibrahimovic no restará, pues lo que a él le falta lo sumará el Guaje, y el equipo podrá disfrutar de todas las posibilidades que ofrece un nueve como el sueco, que no son pocas, sin que se resienta su juego.

Por último, con este fichaje a Guardiola se le abren nuevas opciones tácticas a utilizar como recurso en momentos puntuales. La principal, jugar con doble punta -Villa e Ibrahimovic- y un rombo en el centro del campo coronado por Leo Messi. Mayor libertad para el argentino, compatibilidad en la delantera y superioridad en la media. Faltaría ver, no obstante, si el equipo es capaz de activar los costados sin ningún jugador de banda a excepción de los laterales.

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