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El fichaje de Adriano Correia

Una vez finalizado el Mundial, parece que los clubs vuelven a ponerse en marcha para reforzar sus plantillas de cara a la próxima temporada. En el F.C.Barcelona, una vez atado David Villa antes de la cita mundialista, llega el turno del sevillista Adriano Correia. Su mejor versión pudo verse en aquel magnifico Sevilla de Juande Ramos que levantó de manera consecutiva dos copas de la UEFA, en el que repartía sus actuaciones entre la posición de lateral izquierdo y la de volante por la misma banda. Desde entonces, los problemas con las lesiones y seguramente el hecho de no haber salido hacia un club mayor como si hicieron algunos de sus compañeros, han provocado un cierto estancamiento en su juego. De todas formas, y a la espera de comprobar si el salto a un club como el Barça supone un revulsivo que le permita alcanzar de nuevo el nivel de hace tres temporadas, su fichaje permitirá al cuerpo técnico cubrir varias de las necesidades del equipo.

Se trata de un futbolista seguido por la secretaría técnica azulgrana desde hace tiempo, aunque las altas pretensiones del Sevilla siempre habían frenado su posible incorporación al conjunto azulgrana. En el esquema de Guardiola, su demarcación ideal es la de lateral izquierdo, donde destaca por su proyección ofensiva con y sin balón, su rapidez, profundidad y agresividad en transición ataque-defensa. En este sentido, desde el lateral izquierdo, Adriano puede aportar aspectos parecidos a Alves a la hora de empujar al equipo a la presión tras pérdida.

No obstante, debido a la presencia en la plantilla de dos laterales zurdos como son Abidal y Maxwell, el fichaje de Adriano debe leerse también como la incorporación de un jugador polivalente capaz de jugar en diferentes posiciones. Así, debido a su capacidad para jugar con absoluta naturalidad con ambas piernas, las últimas temporadas en el Sevilla ha actuado ocasionalmente en banda derecha. De este modo, con su llegada, el Barça pasa a solucionar una eventual ausencia de Dani Alves, con la presencia de un jugador polivalente que no limite su participación en el equipo a las presumiblemente escasas ocasiones en las que no esté disponible el lateral titular.

Sin embargo, con el lateral izquierdo cubierto por Abidal y Maxwell, el problema de la escasez de minutos del nuevo fichaje puede no estar resuelto, o en todo caso, puede trasplantarse a otro jugador. Si en banda derecha, con un lateral como Alves, las oportunidades para un reserva se prevén escasas, seguramente ocurra lo mismo con tres hombres para cubrir el lateral izquierdo. El damnificado de esta situación, si Adriano acaba por convertirse la primera alternativa en ambos laterales, presumiblemente sea Maxwell, con lo que el problema sigue existiendo aunque cambia de nombre.

Lo que sí consigue el Barça con este fichaje es limitar la necesidad de desplazar a Carles Puyol a la banda, lo cual, ante la baja de Chygrynskiy es un aspecto importante. Ahora, con los laterales doblados, el equipo pasa a contar, a la espera de lo que pueda suceder con Rafa Márquez, con tres hombres destinados a ocupar, en exclusiva, la posición de central. Así pues, con Piqué, Puyol y Milito cubriendo el centro de la zaga, se abre la posibilidad para que la plaza de cuarto central, pueda ser ocupada por un canterano o, aunque esto parece más improbable, por uno de los hombres que vuelven al club tras una cesión.

Finalmente, apuntar también que por su eminente mentalidad ofensiva, circunstancialmente, Adriano podría ser alienado en el tridente ofensivo, principalmente en banda izquierda. De este modo, con Messi, Pedro, Bojan, Ibrahimović, Villa y la posibilidad de alienar como delanteros a Iniesta y Adriano, el Barça completaría su línea atacante.

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