La previa del clásico (2/3):

La previa del clásico (2/3):

Si nos aventuramos a adelantar el planteamiento que pondrá en liza el Real Madrid para enfrentarse al Barça, hablaremos de un Madrid que presionará arriba la salida de balón desde la defensa. No es tanto que esta sea una característica del equipo de Mourinho -más bien su transición defensiva se basa en el dominio del rechace y el repliegue- como que ante el Barça es algo imprescindible si se quiere evitar que los de Guardiola impongan su discurso. En este sentido, el equipo blanco, pese a sus grandes números en defensa, ha sufrido cuando se ha visto obligado a defender estático en las inmediaciones de su área. Por eso, es de prever que, más que el dominio de la posesión, lo que Mourinho querrá discutirle al conjunto azulgrana será el dominio territorial, y eso pasa por desnaturalizar su juego desde el inicio. Por las características de sus jugadores, es difícil que el portugués plantee una presión cuatro contra cuatro como en su día hizo en el Chelsea enfrentándose al Barça de Rijkaard, pero sí que hombres como Higuaín o Di María tengan un papel importante trabajando sobre el inicio de la jugada culé.

Si esto ocurre, el Barça se agarrará a Messi, no para que el argentino, como hace con su selección, baje hasta el centro del campo para iniciar, sino atacando el espacio entre líneas blanco, fijando a los medios en una posición retrasada y ofreciendo espacios a los interiores azulgranas. En las semifinales de la pasada Champions, Mourinho consiguió controlar este factor gracias al doble pivote formado por Cambiasso y Zanetti, y a Walter Samuel. El trío de argentinos, no solo supo neutralizar el desequilibrio individual de Leo, sino que consiguió lo que nadie hasta entonces, quitarle los espacios. Sin los tres argentinos, el plan de Mourinho para frenar a Messi seguramente pase por Alonso y Carvalho, dos hombres que si bien a simple vista no parecen los idóneos para controlar a un regateador como Messi, si poseen la inteligencia futbolística y lectura del juego como para disputar con él el dominio de la zona Messi, esa zona localizada a la espalda de los mediocentros y por delante de los centrales.

Si Messi será el quebradero de cabeza de Mourinho, el de Guardiola será Ronaldo. Ya la pasada temporada, en el partido de la segunda vuelta en el Bernabéu, el técnico azulgrana sorprendió con un doble lateral en banda derecha donde Dani Alves formaba en el centro del campo por delante de Puyol. No obstante, a la hora de analizar la peligrosidad de Cristiano Ronaldo, no podemos detenernos en su dimensión individual, sino que aun más importante que ésta resulta su repercusión sobre el colectivo. En su día ya analizamos más minuciosamente este aspecto del juego del portugués, por lo que ahora lo resumiremos señalando su capacidad para dar ventajas a sus compañeros a partir de la atracción que genera sobre los sistemas defensivos contrarios. Es por eso que más importante que frenar a Ronaldo, será controlar todo lo que genera a su alrededor.

Aquí, en primer lugar, el Barça deberá tratar el nacimiento de la jugada a partir de la participación de Marcelo. El brasileño es un jugador clave en el ataque blanco y una de las principales razones de que este se concentre en banda izquierda. Así, el Barça se verá muy favorecido por la posición de Pedro en banda derecha, pues el canario, debido a su ímpetu en la presión y sacrificio en el esfuerzo, deberá ser vital para impedirle al Madrid el inicio cómodo de la jugada. Además, en ataque, será interesante que busque la diagonal hacia dentro, sobre todo cuando el Barça ataque por banda izquierda, para sacar provecho del mayor déficit de Marcelo, sus despistes a la hora de cubrir el segundo palo.

Posteriormente, una vez el balón ya ha llegado a Cristiano Ronaldo, el Madrid acostumbra a acumular varios jugadores a su alrededor para así sacar ventaja de la atracción generada por el portugués. De este modo, tanto el pase interior para el mediocentro o el balón al espacio a la espalda del lateral derecho rival, son situaciones frecuentes cuando Ronaldo recibe en banda izquierda. Por la manera de jugar de ambos conjuntos y debido a la presencia en el lateral derecho azulgrana de un defensor de las características de Dani Alves, es de prever que el Madrid insistirá con los desmarques de hombres como Di María, Higuaín o Özil, a la espalda del brasileño. Por eso, el central de este lado deberá prestar mucha atención a la cobertura de la espalda de Alves, y no sería extraño que a lo largo del partido se repitiera un escenario en el que el central tenga que acudir muchas veces a banda. Será interesante, en este punto, observar si Guardiola opta por un intercambio de posiciones entre Puyol y Piqué para aprovechar la solvencia como marcador del capitán y su mejor adecuación a una posición en banda -recordar aquí que Puyol fue el elegido para formar en ese doble lateral junto a Alves que presentó el Barça la temporada pasada en el Bernabéu- o si por el contrario sigue apostando por un Piqué en esta posición que ha solventado con nota sus anteriores duelos con Cristiano Ronaldo.

En algunos partidos, Mourinho ha planteado ataques que tenían como objetivo la superioridad numérica respecto al mediocentro rival. Debido a lo exigente del trabajo en banda derecha de los centrales, y al hecho de que el sistema del Barça presente un único jugador en esta posición, no sería de extrañar que el Madrid reprodujese esta estrategia en la que Özil y Di María atacarían la posición de Busquets. Así, mientras uno lo alejaría a otras zonas del campo -habitualmente la banda izquierda merengue- el otro percutiría por el carril central. Por eso, será muy importante la presencia de Eric Abidal en el lateral izquierdo, pues es un hombre que en la basculación podría ejercer de tercer central -más si tenemos en cuenta el poco peso de la banda derecha del Madrid en comparación a la izquierda- permitiendo a uno de los centrales salir a proteger a Busquets o a remplazarle posicionalmente. El francés, al mismo tiempo, debe ser un activo de mucho valor en el juego aéreo defensivo, pues como vimos en el post anterior, en esta faceta del juego el Madrid acumula hombres tan peligrosos como Ronaldo, Ramos, Pepe, Carvalho o Khedira.

Con Alves, Puyol, Piqué y Abidal en defensa, además, el Barça se asegurará la presencia de cuatro defensores con unos grandes fundamentos técnicos defensivos, lo que les habilita para afrontar un posible emparejamiento especialmente con Cristiano Ronaldo, y así evitar que el portugués monopolice el sistema defensivo azulgrana obligándolo a las constantes ayudas defensivas. Si los de Guardiola consiguen controlar al portugués en los emparejamientos de uno contra uno, pues, el resto de defensas podrá organizarse de manera que no se generen nuevos espacios para el resto de delanteros del Madrid.

En ataque, por su parte, será importantísimo el papel de David Villa, pues será el encargado de trabajar sobre los centrales blancos para darle más libertad a Messi a la espalda de los mediocentros, de atacar la espalda de Sergio Ramos limitando la presencia del lateral andaluz en el trabajo de recuperación en mediocampo, y permitiendo situaciones de dos contra dos junto a Messi contra los centrales que, por un lado potencien las situaciones ventajosas de desequilibrio individual, y por el otro, contengan tanto a Pepe como sobre todo a Carvalho a la hora de apoyar a Marcelo en la defensa del segundo palo.