Una de las dudas acerca del planteamiento del Barça a lo largo de los tres próximos partidos frente al Real Madrid, es la posición final que ocuparán en el esquema de Guardiola tanto Sergio Busquets como Mascherano. La baja por sanción del argentino en Liga, además, contribuye a que la incógnita siga en el aire, y la reciente alta médica del capitán Puyol añade una nueva variable a la ecuación. El dilema de Pep es decidir el acompañante de Gerard Piqué en el centro de la zaga, posición en la que, tras las lesiones de Puyol y Abidal, el técnico ya ha probado a ambos mediocentros. Cada uno con características diferentes, la alineación de uno como central implica que el otro ocupe la demarcación de mediocentro, por lo que el análisis de las opciones de Guardiola adquiere una dimensión más general.
La primera solución del técnico a las bajas en defensa fue la de retrasar a Sergio Busquets a la posición de central. Como central, Sergio es un perfil similar al de Piqué, esto es, más líbero que marcador, por lo que forman una pareja que salvando las distancias, puede tener algún paralelismo con la que formaron en su día Márquez y Piqué. Muy buena técnica individual para iniciar el juego, salida limpia y capacidad para crear superioridades en mediocampo adelantando una línea, pero dificultades cuando el equipo tiene que correr hacia su portería por falta de velocidad, más en el caso de Busquets que en el de Piqué. Se trata, pues, de una alternativa con pros y contras que Guardiola deberá sopesar a la hora de confeccionar el equipo que se enfrente al Madrid. De ser la elegida contra el equipo blanco, nos esperaríamos un Piqué haciendo de Puyol y un Busquets con funciones de Piqué, esto es, Gerard encargado de la doble marca a Cristiano Ronaldo y Busquets como central más alejado del portugués y el encargado de llevar la iniciativa en el primer pase desde la defensa para que la jugada nazca lejos de la zona de recuperación del Madrid.
En el mediocentro quedaría Mascherano, un jugador perfecto para trabajar sobre las posibles contras del equipo de Mourinho, y un plus de talento defensivo sobre la zona de influencia del alemán Ozil. En ataque, no obstante, el juego del equipo con el argentino como mediocentro no es el mismo que con Busquets, quien da una mayor continuidad al discurso de Xavi, Iniesta y Leo Messi, lo que permite que sea con él en el mediocampo cuando el equipo alcanza su máximo potencial.
Debido a esto y a los problemas que puede tener una pareja Piqué-Busquets en el centro de la zaga, no sería extraño que Guardiola diese continuidad a la opción planteada en Donetsk, donde Sergio recuperó su posición en el centro del campo y fue Mascherano quien ocupó la demarcación de central. De un perfil más parecido a Carles Puyol o Abidal, el argentino podría ser ese jugador que doblase la marca a Ronaldo, permitiendo a Guardiola reproducir el planteamiento de la primera vuelta con Piqué como el central más alejado del portugués, con facilidades para iniciar los ataques. Pese a todo, Mascherano no es central, por lo que cabe la posibilidad de que aun situándolo en defensa, Guardiola siguiese prefiriendo a Piqué sobre el lado de Ronaldo, punto en el cual el Barça notaria el cambio con respecto a Busquets a la hora de construir juego desde la zaga.