
El Madrid buscará forzar la pérdida -veremos a qué altura aunque se prevé que sea arriba- para salir a la contra y aprovecharse de los problemas de los azulgranas. 4-4-2 en fase defensiva incrustando a Di María y Özil en la media para asegurar eficacia a la hora de lanzar la contra, con Ronaldo y Benzema en punta. Jugará el francés en lugar de Higuaín, ya que Karim es el ariete ideal para enfrentarse a una pareja de centrales que no domina los entresijos de la posición. Benzema es un delantero muy complejo, y ni Mascherano ni Song tienen el manual de instrucciones.
Otro problema para el Barça será la consabida dificultad para aplicar su presión efectivamente. Seguramente la vuelta de Iniesta en lugar de Cesc ayude aunque sea porque el manchego vive menos por delante de balón que el de Arenys, pero el problema de tener a Busquets tan alejado y desconectado de la posible pérdida sigue pesando. El panorama pinta negro si el Barça no logra imponerse con autoridad con balón, pero pese a las bajas, Tito tiene soluciones para diseñar un escenario menos desfavorable.
Vilanova tiene una opción para actuar sobre este aspecto. Se trata de intercambiar las posiciones de Busquets y Song, para que sea el canterano el acompañante del jefecito, y el camerunés el ancla en la medular. En el momento de precariedad defensiva que vive el F.C.Barcelona, no hay solución buena, pero de entrada pueden detectarse algunas ventajas interesantes en el cambio.
En primer lugar, junto a Mascherano, sitúas a un futbolista mucho más responsable tácticamente que mantendrá la línea y garantizará una cierta coherencia posicional en defensa. No en vano es Busquets quien una y otra vez se viste de central cuando Song deja descubierta su posición. Por otro lado, Sergio garantiza cierta claridad a la hora de servir el primer pase. El principal punto en contra, que Song está más preparado que Busquets para correr hacia su portería con los atacantes del Madrid.
También puede resultar interesante el cambio en lo que respecta a la posición de mediocentro. Con Song ahí, además de mantener la capacidad técnica para jugar rápido y dar continuidad a la posesión, sumas su imponente capacidad física. Con eso, incides positivamente sobre la capacidad del equipo de presionar en la medular, pues el despliegue físico de Song se adecua al gran espacio que dibuja el cuadrado de Tito. Por otro lado, esa misma capacidad física, debe permitirle corregir por delante de los centrales, ser el escudero de una pareja improvisada. Como decimos, no hay solución buena. Con todas ganas y pierdes. Pero lo que si se conseguiría con el cambio entre Song y Busquets es, primero, mayor organización en la zaga, y segundo, liberar la capacidad de Song de corregir por físico.
