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Los laterales como solución

El Barça afronta dos semanas de reposo antes de que vuelvan los partidos trascendentales: la eliminatoria ante el Milan y la vuelta de Copa ante el Real Madrid. Ambos pueden dejarte fuera de una competición. Lejos de tomar la Liga como descanso, es el momento de hacer valer el margen de puntos obtenido. Poniendo puntos de por medio con el Madrid, el Barça no sólo ganó tranquilidad, sino también tiempo. Es el momento de usarlo, y la baja de Xavi, más que un problema, puede ser una oportunidad perfecta.

En el primer partido de semifinal de Copa con el Madrid, Mourinho puso en problemas a los azulgranas a partir de la presión adelantada. El partido se configuró a partir de ahí. Y atención, porque el Milan ha perdido instinto de supervivencia atrás y ha ganado juventud e ímpetu arriba. Es más que previsible que los italianos salgan a morder al Barça arriba. 

Si el Barça es presionado arriba y bien, se ve obligado al socorro de Andrés Iniesta, que abandona la banda, su posición clave de falso extremo izquierdo, e implica una redefinición del juego culé. Ante el Madrid, por lo pronto, el equipo se quedó sin la posibilidad de empujar a la defensa blanca cerca de Diego López, ya que desapareció el mecanismo que dispara a Jordi Alba y Cesc. Es una opción posible, la de renunciar al plan original y alinear a un atacante más ortodoxo en la izquierda y darle el interior a Iniesta. Pero se debe tener en cuenta que (uno) se deja en el banquillo a un jugador mejor que el que entra -Xavi o Cesc respecto a Alexis, Villa o Tello-, y (dos) se desecha el plan con el que mejor ha rendido el equipo en los últimos dos años.

El socorro de Iniesta cuando el equipo es presionado arriba se basa en retrasar su posición, ponerse el traje de interior, agarrar el balón en la base y batir línea en conducción con el cuero pegado a la bota. Ahí es casi imparable por lo que el recurso, por si mismo, es potentísimo. El debe, como ya hemos comentado, es el peaje a pagar.

Todo esto sucede porque el Barça, si no es mediante Iniesta, no encuentra el mecanismo que le permita salir cuando el rival aprieta arriba y bien. Xavi ya no puede -sirva el partido ante el Madrid como el ejemplo más cruel- y el equipo no cuenta con esa figura desde la posición de central capaz de capitanear el inicio de la jugada. Por mucho que las conducciones de Piqué sumen, no hacen del catalán lo que en su día fue Koeman, Frank de Boer o Rafa Márquez.

De cara a futuros enfrentamientos más decisivos, sería interesante que el cuerpo técnico buscase alternativas para mejorar la salida ante posibles escenarios de presión adelantada, más allá del recurso de mandar a Iniesta atrás. Y en este punto, los laterales azulgranas tienen mucho que decir.

No es una solución nueva. Durante algunas fases de la temporada se ha puesto en práctica, y el hecho de que ante el Madrid fuera distinto seguramente se deba a lo trascendente del escenario y a la intimidación del rival. De entrada, Xavi arriba. Si ya no puede influir con éxito en la base, que influya en la mediapunta. Como ha estado haciendo desde que el Barça de Vilanova empezó a volar. Además, porqué es Xavi, por el peligro de su excelencia técnica en el último tramo y por su peso histórico en las grandes citas, es muy probable que arrastre con él a un rival que ya no acompañará esa presión adelantada de sus compañeros. Y acompañando el movimiento de Xavi, la subida simultánea y en paralelo de los laterales hasta la altura de Busquets, dibujando una formación de salida en 2 + 3 (los dos centrales + mediocentro y laterales).

Si el rival no les sigue, a los centrales se le abre un abanico casi infinito de líneas de pase a la espalda de la presión -el éxito de la presión no es tanto defender al poseedor del balón como al futuro receptor-. Dani Alves, Jordi Alba, Busquets o los interiores quedarían habilitados con un pase de media distancia y dejando superada a toda la línea de presión alta del adversario. Por el contrario, si el rival opta por seguir el movimiento de los laterales culés, la salida gana en comodidad y logra retrasar a la línea de presión del oponente.

El Barça debe estar preparado. Tras Málaga, Madrid y Valencia parece que la presión adelantada va a ser el plan para hacer frente a los azulgranas. La Liga no parece que pueda escaparse, pero Milan y Madrid esperan a la vuelta de la esquina en los torneos del KO. Hay margen y tiempo.

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