Fecha y lugar de nacimiento: 14 de noviembre de 1989, Bacau (Rumanía)
Altura: 1,84 m.
Peso: 78 kg.
Club actual: Steaua de Bucarest
Atención a este nombre. Desde que la Champions es Champions y no Copa de Europa, la antigua UEFA y ahora Europa League parece oculta al gran público, más allá de los grandes nombres o los equipos de la propia liga. A veces ni eso. Pero si quitamos a los favoritos, no hay tanta diferencia de nivel. Los equipos que llegan a la Europa League tras caer en la fase de grupos de la Champions, no acostumbran a llevarse el título.
Pues bien, escondido en la Europa League, como su equipo el Steaua de Bucarest, hay un central rumano que más pronto que tarde escuchará el himno de la orejona. No se necesitan muchos minutos de partido para percatarse que es un central a seguir.
Si tuviésemos que resumir en tres conceptos el fútbol de Vlad Chiriches, diríamos que es tranquilidad, jerarquía y salida de balón. No necesariamente por este orden. No es un hombre de dar dos gritos, clavar la mirada y tirarse de la camiseta. Su liderazgo no parece buscado, más bien al contrario, pero lo atrae por fútbol. Cuando da dos toques al balón el equipo se mueve distinto. Algo similar a lo de Messi en el Barça. Es el bueno. «Este no nos va a dejar vendidos». Porque eso sí, Chiriches asume la responsabilidad con total naturalidad.
Es el encargado de iniciar la jugada, y siempre, siempre, siempre, lo hará con el balón jugado. El objetivo de su próximo entrenador debe ser quitarle un «siempre» a esa oración, porque todavía debe asumir que no siempre se puede. Su predilección es el pase raso y corto o la salida en conducción. No se prodiga demasiado en el envío largo. Con el balón en los pies, no le quema el cuero y espera con una frialdad a veces inquietante a que aparezca la opción.
Al lector no le habrá costado hacerse una imagen de Chiriches no muy alejada de Chygrynskiy. Quizá desde que leyó su nombre, nacionalidad y club. Y seguramente ese sea el mayor factor a la contra de su fichaje. Lo cierto es que recuerda al central ucraniano. Diestro situado como central izquierdo, extremista a la hora de salir jugando, quizá incluso por encima de sus posibilidades, y todo con un punto de sangre fría. A su favor, Chiriches tiene un físico más apto para sobrevivir en defensa. Es más ágil y más rápido, y muy potente. Su sprint es de verdad, sin ser Pepe, Abidal o nuestro candidato de mañana.