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Sergi Samper: el cuatro donde el 4

Sergi Samper: el cuatro donde el 4

Sergi Samper es para muchos una de las apariciones más importantes del fútbol base del Barça de los últimos años. Con el puesto en el filial de Eusebio recién estrenado, quizá por eso mismo se le considera la apuesta más segura para aterrizar, tarde o temprano, en el primer equipo. Todavía es pronto y deberá quemar etapas en el Barça B, pero el joven centrocampista catalán apunta a ello.

 

Sergi Samper Montaña

  • Fecha y lugar de nacimiento: 20/01/1995, Barcelona.
  • Altura: 1,81 m
  • Peso: 73 kg
  • Dorsal: 16
  • Demarcación: Mediocentro

 

El suyo es un caso un tanto especial. Por un lado responde punto por punto al canon de mediocentro que uno asociaría al estilo Barça. Al cuatro que pensó Cruyff y Guardiola hizo posible. Por el otro, Samper es un tipo de mediocentro que el Barça hace mucho que no tiene. Desde que, primero con Radomir Antic y después con Frank Rijkaard, Xavi hiciera del interior derecho su posición, el cuatro, el organizador del equipo, abandonó el mediocentro. Cocú, Edmilson, Motta, Touré, Busquets, Song…cada uno con sus peculiaridades, tienen dos cosas en común: un elevado nivel técnico y el hecho de que ninguno de ellos ha sido director, sino acompañante. Por contra, el cerebro se mudó a la demarcación de interior. Xavi, Iniesta, Cesc -los tres empezaron como mediocentros- o Thiago Alcántara ejemplifican la tendencia. Samper se ha resistido al cambio. Es el dueño del tiempo desde el círculo central. Quizá porque es tan mediocentro que a uno se le hace difícil imaginar que encaje mejor en una posición distinta.

Para empezar, Samper tiene una cualidad que en ninguno de los otros casos encontramos -al menos tan pronunciada- y que hace especialmente interesante una posición centrada: el pase largo. Sergi es capaz de habilitar a un alejado con sutil facilidad. Desde el círculo central,  tiene visión y golpeo para activar con un envío largo cualquiera de los tres carriles. Esta virtud, además, se une a su extraordinaria lectura de la salida desde atrás. En esta fase, pese a su tierna edad, ya se adivina que será maestro, porque además la domina y la conoce en todas sus variantes. Salida en corto, salida en largo y también salida entre centrales. Especialmente llamativo su desempeño en esta última. La ejecuta bien y, sobre todo, la conoce. Sabe el porqué de cada movimiento. No reproduce mecánicamente un comportamiento entrenado, sino que interpreta y analiza las distintas situaciones que puede afrontar cuando se sitúa entre los dos centrales al inicio de la jugada. Si el rival presiona con uno, con dos o con tres, si la vigilancia la tiene él o el compañero, cómo se mueven los interiores o lo que ocurre en la banda más alejada de donde circula el balón. Samper analiza y decide. Generalmente bien.

El cambio en el mediocentro, claro, tiene peajes, y alguno ya se está dejando ver en el filial. Ahora que el epicentro del juego está un escalón por detrás, toca reequilibrar al resto para que no se abra una distancia excesiva entre Samper y la línea de interiores o la pareja de centrales. En el Barça B, dónde no hay interiores sino mediapuntas, esta distancia se ha hecho notar en ambas transiciones. El equipo deberá corregir, bien retrasando a un interior, bien logrando salir sólo con los centrales para que Samper no tenga que irse atrás.

Situado en campo rival, al jugador le gusta encarar la jugada de cara. Sin ser lento, no es demasiado rápido ni en carrera ni en el giro, por lo que acude a los espacios que brinda la posición de cierre para, desde ahí, ofrecerse. Combina el juego horizontal y el vertical, y se ofrece sin atosigar. Lo hace cuando es ventaja, sino, espera. Para combinar de primeras, para ser paciente, para filtrar el pase vertical que bata líneas o para oxigenar con un cambio de juego marca de la casa. Aspecto muy importante este último en un equipo cuya filosofía de juego lo lleva a embotellar en campo contrario. Tras juntar rivales en un costado, balón atrás a Samper para que éste la ponga en la desocupada orilla contraria.

Para defender, mejor con balón que sin él. Ya sea con una cadena de pases a la que el oponente no tenga acceso, o escondiendo la bola. Porque Samper, como Xavi o Iniesta, es de esos a los que si no quieren no se la puedes quitar. Tiene que ser que ellos quieran arriesgarse a perderla. Protege con el cuerpo, gira sobre su eje y conduce con la pierna alejada del defensor. Con el balón en los pies se siente seguro, y la presión del adversario no le hace apresurarse y tomar malas decisiones. Sabe que no la perderá, así que tiene tiempo. Más problemas aparecen cuando tiene que correr tras el cuero. Es su gran campo de mejora y en Segunda se está haciendo notar. Debe mejorar en la lectura de los espacios en defensa. Hoy se precipita, defiende más a la pelota y al jugador que a la zona, y teniendo en cuenta su físico, es evidente que su futuro no pasará por ahí. Esta mala lectura, unida al ímpetu de un jugador de 18 años que además sabe que es justamente en defensa donde más debe crecer, provocan que con frecuencia llegue tarde y mal. El resultado: faltas aparatosas de las que por estética y localización acostumbran a acarrear tarjeta.

En estas fases sin balón, lo que sí interpreta muy bien el jugador es la corrección a los centrales. Sorprende por el tipo de jugador que es, pero lo cierto es que lo tiene interiorizado. Cuando un central abandona la línea y sale muy lejos a anticipar, Samper corrige rápido ocupando su lugar en la zaga.

Todavía tiene camino por recorrer. Es su primer año en el filial y la distancia entre la división de plata y el Juvenil es grande. Seguramente más que entre la Segunda y la Primera División. Samper está lejos pero a sólo un paso. Hay fe. Mucha. Y con razón.

 

Comments:3
  • etoile 12 noviembre, 2013

    hola moren, por lo que puedo deducir de tu estupendo articulo, ¿ estariamos hablando de una especie de xabi alonso en ciernes?, quizas con mayor pausa y menor capacidad defensiva, pero con mucho camino por delante aun para mejorar. gran noticia, esperemos que eusebio no lo estropee.

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    • Morén 12 noviembre, 2013

      Ese es el perfil. Un Xabi Alonso, un Guardiola, un Pirlo… Es decir, un mediocentro organizador sobre el que requiere el mando y el ritmo del juego ofensivo de su equipo, con un rango y variedad en el pase muy elevados. Pase largo a los extremos, corto al interior, horizontal al lateral, profundo al punta…

      Eso sí, el envío largo de Xabi Alonso no creo que lo tenga nunca ^^

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  • Iniesta10 12 noviembre, 2013

    Moren, me lo has quitado de la boca, a mi me recuerda mucho a Pirlo, más que a Xabi Alonso. Pero lo que está clarísimo es que estamos en presencia de un grandísimo jugador en ciernes.

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