
Lo cierto es que un gran Iniesta es un problemón para Simeone. El planteamiento defensivo de Simeone -y más contra el Barça- se fundamenta en impedirle al rival cualquier posibilidad de girar a la línea de medios rojiblanca. Que todo suceda por delante de Koke, Gabi, Mario y Arda. La distancia entre las dos líneas más retrasadas y la desaparición de cualquier posibilidad de pase a la espalda de los centrocampistas, pues, son dos elementos que los colchoneros aspiran a tener bajo control la mayor parte del tiempo. Una buena versión de Iniesta, sin embargo, les dificulta el plan. Primero porque pocos como el manchego habilitando esas líneas de pase por detrás del centrocampista contrario, y segundo por que, si ni así el Atlético las concede, la capacidad de desborde de Andrés será un recurso único.
En una banda que no sabemos si tendrá a Diego Costa como en la Supercopa pero que sí tendrá finalmente a Juanfran, con Iniesta el Barça puede abrir una vía de agua y decantar la balanza. Veremos si el Tata apuesta por potenciarlo y de alguna forma libera a Iniesta para que amenace sin consecuencias, bien con un doble pivote standard o con esa falsa base de dos con la que le hemos visto coquetear en algunos partidos. Se juega el liderato, y qué mejor que hacerlo con un buen Iniesta.
