
Sin embargo el Tenerife no picó, y localizó su presión por detrás del mediocentro del Barça B. Sin defensa sobre el pasador sino sobre el receptor, Patric, Diagné y Bagnack eran flotados, de tal manera que por delante había bastantes más piernas locales que líneas de pase visitantes. Es significativo que la mejor ocasión del cuadro de Eusebio en el primer tiempo, llegara después de la primera acción en la que Samper bajó entre centrales para sacar el balón. Con su movimiento vació el mediocampo, arrastró a un rival y alargó la presión del Tenerife, se generó una línea de pase para que Diagné habilitara en buena posición a Halilovic, éste abrió a Adama y el extremo superó a su par para poner en bandeja un centro que salvó meritoriamente Roberto. Aunque por delante Kaptoum -interior derecho- y Halilovic -interior izquierdo- prometieran una dosis de creatividad en tres cuartos que superada la primera línea de presión aseguraría un buen goteo de oportunidades de gol, lo cierto es que la jugada en los pies de los culés empezaba tan sucia que apenas se les habilitó en ventaja.
El problema estaba de mediocampo para atrás, y es que arriba, incluso la pronta titularidad de Sandro en banda izquierda, estaba llamada a solventar las carencias en cuanto a la ocupación del área que arrastraba el filial. Unos problemas atrás que hicieron acto de presencia también cuando el esférico estuvo en posesión del Tenerife, con un Bagnack indeciso y un Diagné que cuando forma pareja con Edgar Ié aparenta ser como el guineano, pero que si a su lado tiene a Macky se parece más al de Camerún. La semana que viene, sin Patric que fue expulsado, alguno de los tres será lateral derecho. Veremos si, esta vez, en todas las fases del juego.
