Icono del sitio En un momento dado

La oportunidad de Rafinha

VME141028A00187_-_GD2_-_Entrenament__Ciutat_Esportiva_Joan_Gamper__28-10-2014.v1415964238Desde la derrota en Anoeta, el Barça 2015 se ha clarificado y con él su once de gala, que tiene a Rakitic y no a Rafinha. El croata, en su rol de interior derecho, ha visto como su función en el equipo evolucionaba a lo largo del curso hasta su actual rol como elemento que compensa a la pareja Messi-Dani Alves. El argentino, que parte muy abierto, es el origen de todo, y la obligación del lateral ya no es ocupar el carril sino asociarse con el diez. Rakitic es el tercero en el engranaje, y a grandes rasgos su cometido es el de ocupar el espacio vacío en el reparto de este sector derecho del ataque culé. Coincidiendo con la mejora del equipo, sus últimas actuaciones han sido también las mejores, con un desempeño no excesivamente complejo y sin la necesidad de cubrir como antes a un lateral que ya no debe proyectarse tanto. El miércoles esta nueva y aparentemente más consistente versión del Barça de Luis Enrique se enfrentó con su ensayo más comprometido. El Atlético de Simeone se sorprendió una vez, pero a la siguiente propuso batalla.

Con el objetivo de limitar o retrasar las recepciones de Messi y Neymar presionó arriba, a sabiendas que cuando al Barça le cuesta progresar echa mano del argentino para llevar el balón al último tercio. Leo fue origen pero apenas merodeó el gol, y por momentos, en ese papel casi de centrocampista, dio la impresión de perder la vivacidad de cuando cada regate lo acerca a la red. La plantilla del Barça presenta esa laguna, toda vez asumido que Rakitic e Iniesta podrán ser importantes pero no los herederos de la batuta. Xavi es el pasado, un plan que las últimas temporadas no ha sido suficiente y que además entra en conflicto con el nuevo Barça de los delanteros, más directo y abierto. Activar a Rafa Alcántara, que entre lesiones y participaciones discretas no ha terminado de entrar en dinámica y establecerse como alternativa, podría ser la clave para hacer evolucionar al equipo. El brasileño sobrevive en el ritmo alto, tiene recorrido, desborde interior y capacidad para superar líneas, y al mismo tiempo es un futbolista apto para hacer crecer posesiones a su alrededor, de recibir atrás y soltar arriba. De estructurar el mediocampo. De ser la tarima sobre la que descanse Messi y le evite alejarse tanto de la zona donde el gesto es definitivo.

Artículos relacionados: 

Salir de la versión móvil