
Para enfrentarse a los de Lucas Alcaraz, el Barça dejó en el banquillo a su delantero centro, un Luis Suárez que cada vez pesa más y que se ha subido a la ola del gol, y como la plantilla no tiene a otro toda vez Sandro y Munir ahora pelean para que el filial mantenga la categoría, su puesto de titular fue para Pedro. Aunque empezó abierto a la derecha con Messi jugando por dentro, los problemas iniciales de los azulgranas mandaron al 10 de vuelta al costado allá por el cuarto de hora de partido, con tal de estructurar al equipo como en sus mejores tardes. Desde entonces y hasta entrado el segundo tiempo, Pedro se situó en punta. Fueron algo más de 50 minutos en los que el 7 culé participó de forma eficaz activando el frente de ataque, porfiando con los centrales, habilitando las diagonales a portería de sus dos compañeros de línea e incluso apareciendo en la frontal haciendo las veces de falso nueve. Su posición ideal seguramente continuará siendo en banda, pero hacer de Pedro una alternativa sostenible también como nueve, puede resultar para Luis Enrique una muy grata noticia.
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