
Cuando Jordi Vinyals se hizo cargo del Barça B a mediados de la temporada pasada, una de las recetas que terminó por aplicar para intentar sobreponerse a los problemas defensivos y así alejar al equipo del descenso, fue la adopción de un doble pivote en mediocampo que reforzara la zona central de la retaguardia con un hombre más. De este modo, Patric o Gumbau junto a Samper, pasaron a formar un cuadrado interior con la pareja de centrales cuyo objetivo era dificultarle al rival el acceso al área desde la frontal. Ahora, y con un propósito antagónico, una suerte de doble mediocentro vuelve a brotar en el filial, donde Juan Antonio Ros, que empezó la temporada en el interior derecho, últimamente actúa en una posición más retrasada a la izquierda de Samper. Como con ello Sergi gana libertad para intervenir más arriba con un compañero cubriéndole las espaldas, y lo hace tendiendo hacia el sector derecho, parecería que ambos futbolistas hubiesen intercambiado demarcaciones, siendo Ros el mediocentro y Samper el interior. Lo parecería de no ser por lo que ocurre con la posición de Ros en relación a la de Grimaldo, probablemente el motivo principal del cambio. El lateral izquierdo del Barça B pasa por ser, también, el hombre que más recursos en ataque viene brindándole al conjunto, algo que ya la pasada campaña lo llevó de viaje por la delantera y el mediocampo y que en ésta desembocó en un inicio de curso con el jugador fuera de su teórica posición natural. El propio Gerard nos contó que si bien consideraba a Grima lateral, las necesidades del equipo lo estaban llevando a utilizarlo más adelantado.
Con Ros en el pivote izquierdo, por lo tanto, Gerard puede estar buscando conjugar ambas cuestiones: mantener a Grimaldo como lateral y al mismo tiempo no ponerle cortapisas a su influencia en campo rival. El técnico necesita de su intervención cerca del área rival para que el Barça B genere peligro. Juan Antonio Ros es, pues, su escudero. Quien ocupa su espalda cuando se adentra más allá de la divisoria con libertad para moverse por todo el frente de ataque, quien lateralizando su posición hacia banda izquierda, cubre la salida fácil que sin duda encontraría el rival en caso de recuperar el balón con Grimaldo volcado. Salvando las distancias, su relación de lateral-organizador y pivote-guardaespaldas recuerda a aquella que mantuvieron Dani Alves y Christian Poulsen en el Sevilla de Juande Ramos. Otro equipo cuyo futbolista más capacitado para crear juego partía de uno de los lados de la defensa.

