
Primera titularidad que «le tocaba» a Sandro y que va para un Munir que parece ir ganando esa batalla con su nueva adecuación exterior.
— EUMD | Albert Morén (@eumd) noviembre 8, 2015
//platform.twitter.com/widgets.jsSin Rakitic ni Mascherano, Luis Enrique apenas tenía margen para sorprender en su once, pero aún así destacó de inicio la titularidad de Munir, no tanto por el nivel o adecuación del hispano-marroquí al encuentro, como porque por primera vez el técnico rompía la alternancia con Sandro que casi matemáticamente estaba existiendo en el extremo derecho del Barça. Lo cierto es que la línea de Munir está siendo ascendiente y a la definición de su rol en el equipo se le ha sumado una renovada confianza del futbolista apreciable también en el acierto técnico y la iniciativa con balón. Más allá de esto, además, su incorporada tendencia a abrirse al costado sobre todo cuando Dani Alves recibe también en banda, de inicio encajaba con el gusto por los espacios amplios del ayer interior derecho Sergi Roberto. La lucha por el espacio fue, de hecho, troncal en el tramo inicial del partido, ya que el equipo de Marcelino los puso muy caros al sorprender desde la pizarra con un dibujo novedoso si atendemos a su trayectoria este curso.
Jonathan dos Santos no formaría en banda como viene haciendo sino que se situó en la zona central, formando un triángulo con Bruno y Pina que hacía que los azulgranas tuvieran muy difícil lograr recepciones entre líneas. A cambio, eso sí, el plan del Villarreal implicaba la soledad casi total de Roberto Soldado tanto en fase ofensiva como defensiva, y si en la primera el buen hacer del valenciano consiguió disimularlo por momentos, en lo que respecta a las fases sin balón la presencia de un solo punta en los amarillos regaló la superioridad a los centrales del Barça para sacar el balón en ventaja. Así pues, aunque en la mitad rival el Villarreal contenía con acierto, el juego ya estaba ahí y la probabilidad de que con el balón en los pies de Neymar, Suárez, Iniesta, Munir, Alves, Roberto o Busquets se produjera el desequilibrio, se mantuvo presente en todo momento. Especialmente finos y resueltos se mostraron Iniesta y Neymar hasta que el Barça logró abrir la lata, exhibiendo ambos buena sintonía posicional y el manchego un punto de forma óptimo pese a su reciente regreso. Abarcó desde el interior izquierdo al derecho, se aproximó a banda y picó en ataque para hacer sacudirse al entramado urdido por el técnico de El Submarino.
Fantástico Iniesta. Lideró al mejor Barça, que duró mucho tiempo. Él es quien se mueve con más inteligencia. Él es quien gana los metros. — Abel Rojas (@ecosdelbalon) noviembre 8, 2015
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Una vez abierto el marcador se transformó el escenario, pues el planteamiento visitante cojeaba en la parte que más iban a necesitar ahora los castellonenses -el ataque-, y dado que ni Samu Castillejo ni un Denis Suárez muy flojo supieron acompañar a Soldado en transición ofensiva y sobreponerse a las labores en la recuperación de Busquets y Sergi Roberto, Marcelino dio entrada a Bakambu para acompañar de profundidad a los apoyos entre líneas del 9. A cambio renunció a Pina en la medular, un hecho que se dio la mano con los riesgos que ahora debían tomar los amarillos para intimidar y dejó un contexto perfecto para que con espacios los blaugranas cerraran el encuentro a lomos de Neymar. El brasileño sedujo a la grada con su fantasía y coronó la tarde con un gol de ilusionista, poniendo así la rúbrica a su impoluta hoja de servicios en el tiempo que al Barça le ha faltado Messi. El Barça de Neymar llegará al Bernabéu líder, y aunque eso ya será otra historia, pocos imaginaban que lo haría con este optimismo cuando se confirmó la lesión del 10.
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