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FCB 2016-17 | Las tres carpetas de Robert Fernández

Después de dos veranos condicionados por la sanción de la FIFA, en el próximo, el F.C.Barcelona podrá encarar la ejecución de su planificación deportiva desde una aparente mayor normalidad. El proyecto de Luis Enrique en el banquillo azulgrana vive su segunda temporada, lo hace con buen tono, sin urgencias y en buena disposición para la pelea final por los títulos. Si el último tramo del curso resulta más o menos exitoso dependerá en gran medida de la calidad y acierto de los barcelonistas, del que tengan sus rivales y, como siempre, de ese apartado reservado a los detalles que no pocas veces han terminado decantando la balanza. Una ausencia demasiado trascendente, una decisión arbitral, la buena o mala fortuna, un resultado inmerecido o, simplemente, un mal día, cambiarán el regusto y el sentir del mes de mayo, pero no deberían alterar sustancialmente la valoración de lo que ha sido y es el equipo, ni de las necesidades que se deben satisfacer.

Por eso en En un momento dado cada año tenemos por costumbre abordar el futuro del equipo por estas fechas, antes del rush final, para que lo que termine pesando en el análisis sea lo acontecido desde agosto y no lo circunstancial del ansiado triunfo final. Lo haremos, como es costumbre, con una serie de artículos publicados a lo largo de esta semana y al inicio de la próxima, en los que ir desgranando los que, a nuestro parecer, son los aspectos más relevantes a la hora de pensar el Barça 2016-17, entendiendo que la actual plantilla no requiere grandes reformas que le permitan seguir compitiendo, y aprovechando esta circunstancia para comprobar si lo excepcional de los últimos mercados de fichajes ha tenido consecuencias que deban corregirse. En esa misma línea, valiéndonos de la tranquilidad que ofrece el buen tono actual del equipo, trataremos de mirar un poco más allá, y por este motivo el presente artículo introductorio se estructurará a partir de tres tiempos, tres carpetas que sobre la mesa de la secretaría blaugrana hablarían de tres tiempos distintos de planteamientos, objetivos y necesidades.

Empezando por el final, la carpeta del largo plazo no toca abrirla todavía pero conviene no archivarla muy lejos. Habrá que recuperarla cuando alguna de las piezas más determinantes, las que hoy marcan la forma de jugar y el encaje colectivo, deban ser reemplazadas, no por piezas equivalentes, sino por intervenciones más profundas. Porque no hay dos jugadores idénticos y con sólo un cambio de uno de esos futbolistas troncales cambian muchas más cosas. Intervenciones como la que ocupó el vacío de Xavi Hernández con Neymar y Luis Suárez. Cuando sea al uruguayo a quien deba reemplazarse, ¿se volverá de nuevo al mismo origen? ¿Y cuando se haga efectivo el trasvase de Messi a Neymar? ¿Con qué tipo de compañeros será más indicado vestir al brasileño? Tratándose de cuestiones que no deberán ser abordadas de forma inmediata, no se tratarán en la serie que con este texto iniciamos, pero es una carpeta que ir reabriendo de vez en cuando para no olvidarla e ir teniendo presentes todos los preparativos.

Aparcada ésta, la primera carpeta a tratar será la del corto plazo, la más inmediata, la que tiene que ver con el análisis más enfocado al presente del equipo. Es la que contiene aquellas cuestiones que de poder volver al inicio de campaña se intentarían resolver, pues durante el curso, con más o menos peso, han constado. Son las dos en las que nos centraremos mañana y el jueves, y tratarán sobre el puesto de reserva en el lateral izquierdo y sobre el de cuarto delantero. Ambos, en algún momento de la temporada, han sido una necesidad y en ninguno ha habido una opción que desde la plantilla la satisficiera de manera clara. En cuanto al lateral, si bien el titular ha experimentado un importante crecimiento, Adriano, su teórico recambio, ha acusado un descenso pronunciado de rendimiento, hasta el punto de haber perdido su estatus de segunda opción en favor de Jérémy Mathieu. Sucede que el francés, que como tercer central ha vuelto a responder, actuando en la banda ha tenido bastantes más problemas tanto desde la estricta aportación individual como a la hora de reproducir los movimientos y permitir los automatismos que el resto del equipo espera del puesto. Debido a la salida de Alejandro Grimaldo en invierno, y dado que hasta el momento Luis Enrique no se ha mostrado muy partidario de experimentar con alguna de las alternativas que puede esconder la plantilla, la opción de un refuerzo externo parece la más viable. En cuanto al delantero, el jueves hablaremos de ello con más detenimiento.

Por último, sobre la mesa está también la carpeta del medio plazo, la que nos recuerda que la próxima será ya la tercera temporada del actual proyecto y la dilatada hoja de servicios de varias de sus piezas claves. Del teórico once de gala culé, únicamente Neymar y en Champions Ter Stegen están por debajo de los 26 años. Bravo, Mascherano, Mathieu, Alves e Iniesta superan la treintena, Piqué, Messi, Suárez y Arda Turan la rondan, y no la tienen muy lejos tanto Rakitic como Sergio Busquets. Una de las claves de la concatenación de ciclos desde el de Rijkaard al actual, fue que los proyectos que terminaban contaron con piezas importantes capaces de seguir siéndolo también en el ciclo posterior. Valdés, Xavi, Iniesta, Touré Messi o Eto’o del de Frank al de Guardiola, o Alves, Piqué, Mascherano, Busquets, Iniesta o Leo del grupo que levantó la Champions en 2011 al que lo hizo el año pasado en Berlín. ¿Cuántos de los más importantes protagonistas de este Barça lo seguirán siendo del próximo? Con tal de encadenarlos y sin demasiadas necesidades urgentes de cara al verano, puede ser un buen momento para valorar la incorporación de un par de futbolistas capaces de sumarse a los inmediatos pasos del Barça de la MSN y, desde él, poder sobrevivirle.

No es fácil. Primero porque para ser como mínimo tan importante en este Barça como los que ya están, es necesario un nivel muy alto, y segundo porque no quedan demasiadas puertas abiertas por las que entrar. Una podía ser el lateral derecho, y en él ya actuó el año pasado el club incorporando a Aleix Vidal. El catalán fichó como recambio de un Dani Alves al que ya se daba por perdido, por lo que aun saliendo el brasileño a final de temporada es de esperar que la demarcación quede cubierta con Aleix y el redescubierto Sergi Roberto. En cuanto al resto, con la MSN lógicamente inamovible y unas cuantas posiciones más con dueño fijo, a comienzos de la próxima semana analizaremos los dos espacios en los que de forma más clara podría acometerse este tipo de movimiento, síntesis entre el rendimiento inmediato y la previsión a medio plazo.

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