Juego, victoria y borrón

Juego, victoria y borrón

En una primera jornada sólo hay insinuaciones, y si además se disputa contra un recién ascendido éstas deben ponerse en cuarentena, pero las del Barça B de Gerard López el sábado en su estreno ante el Atlético Saguntino fueron, por lo general y con una excepción, claramente positivas. El primer tiempo de los azulgranas resultó muy convincente. El punto de partida fue un rival totalmente replegado – organizado en un 1-4-4-1-1 con todos los efectivos en campo propio- y un conjunto local con la misma intención aplastante que mostrara durante la segunda mitad de la pasada temporada. Como entonces, fue constante la posición adelantada de ambos laterales -Nili en la derecha y Sergi Palencia a pierna cambiada en la izquierda-, y el enfoque interior de los tres delanteros. Marc Cardona fue la referencia en punta y a la postre el protagonista del choque, mientras que tanto Alfaro como Alberto Perea mezclaron momentos cargando el área y otros lanzando el apoyo en la frontal, a la espalda del mediocampo valenciano.

Las tres cuestiones: la altura del juego, la carga del área y las amenazas entre líneas, contribuyeron a compactar las líneas del Atlético Saguntino prácticamente sobre la línea del área de castigo, y a proponer para el Barça B un ejercicio ofensivo basado en la paciencia y la búsqueda de espacios. Lo primero lo tuvo y lo segundo supo lograrlo. Capaz de habilitar a ambos interiores en los picos del área, bien recibiendo el pase atrás del lateral o de los delanteros, tanto Carles Aleñá como Xemi fueron vitales dándole al filial barcelonista el cambio de orientación que su juego necesitaba para mover de lado a lado a su adversario, a la espera del hueco o del desajuste. Que ambos interiores se situaran a pierna cambiada -Aleñá, zurdo, en la derecha y Xemi, diestro, en la izquierda-, de hecho, no hizo más que facilitarlo: lo más natural cuando recibían el balón dada su orientación sobre el campo era el envío diagonal que encontrara abierto en la otra orilla al lateral que fijaba la banda. También Palencia, que como se ha apuntado en la izquierda no actuaba a pierna natural, se prodigó retornando el balón hacia adentro después de recibirlo fuera. Así, después de haber agitado con calma y constancia a la defensa rival, de haberla movido de lado a lado, es como el B halló espacios también por dentro.

Desorden, errores de posicionamiento, separación entre los futbolistas del Saguntino y la oportunidad para que la vertical conducción de Aleñá, el desequilibrio de Perea o la habilidad de Marc Cardona tradujeran la posesión en acciones de peligro. La puesta en escena resultó francamente prometedora. El borrón de la tarde, y un primer aviso a considerar, llegó con el tanto visitante en la linde del descanso merced al juego de estratégia. Se trata de un mal endémico que arrastra el filial desde sus años en la división de plata, que en 2ªB define no pocos partidos y que no ayudaron a solucionar las dudas del guardameta José Aurelio Suárez en las salidas por alto. Fue la vía de mayor sufrimiento de un Barça B que aunque en el segundo tiempo vio como su rival subía líneas e intención en pos de la igualada, pudo mantenerse firme atrás. Sobre todo cuando, dado el nuevo escenario, los laterales pasaron de abrir el ataque a cerrar la defensa con la entrada de Moi por Nili y el consecuente paso de Palencia a la banda derecha. Gerard puede estar satisfecho con el estreno de su equipo.

– Foto: Nils Petter Nilsson/Ombrello/Getty Images