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Rakitic entre centrales

Barcelona's Croatian midfielder Ivan Rakitic (L) arrives before a training session at the Sports Center FC Barcelona Joan Gamper in Sant Joan Despi, near Barcelona on September 20, 2016. / AFP / JOSEP LAGO (Photo credit should read JOSEP LAGO/AFP/Getty Images)

Al respecto de la situación de Sergio Busquets, últimamente el Barça está teniendo dos problemas. Uno es que el mediocentro no está en su mejor momento de juego, y el otro es que el funcionamiento de su equipo le está pidiendo que sí lo esté. A su alrededor, echa de menos los elementos de control y dirección que podrían servirle de muleta, y en cuanto a posicionamiento los partidos lo están llevando demasiado lejos de su zona de confort. Inicia desde muy atrás, pero como sin Iniesta ni Messi al ataque se le confiere menos pausa, no tiene tiempo de terminar la jugada tan arriba como desearía. Por eso, cuando el Barça pierde el balón, tiene más difícil recuperarlo, al quedar alejado de una presión adelantada que cuando sí la podía realizar se convertía en arma principal no sólo de las defensas sino también de los ataques azulgranas. Recuperar arriba, con el rival a contrapié y sus hombres desplegándose para salir, es uno de los caminos al gol más efectivos que permite una actualidad en la que los espacios son la presa más codiciada. Desactivado o limitado en la presión, pues, Busquets se ve forzado, en muchos casos, a un trabajo de contención en campo propio que a él le resulta mucho menos grato y que para el equipo es menos productivo.

Ayer repasábamos con un découpage algunas de las funciones de Ivan Rakitic en el funcionamiento del juego culé. Sus distintos papeles sobre el césped a partir de la posición y desempeño, principalmente, de Leo Messi. Quedó por abordar su aportación a la hora de sacar el balón jugado cuando el rival aprieta el primer pase, cuando los interiores deben sumar junto a los centrales y al mediocentro para permitir que el cuero avance sin mancharse. Rakitic, que tiene pie fino, ya conoce a la perfección lo que de él pide el sistema y mantiene desde hace años afinidad con los primeros pases, es casi siempre un apoyo cuando el inicio de la jugada corre el riesgo de asfixiarse. Tanto en Alemania como cuando aterrizó en Sevilla, así como tantas veces con su selección nacional, Ivan ha dado muestras de un gusto por la base de la jugada y por el rol de lanzador, que mientras Busquets recupera su mejor tono podrían convertirle en uno de los mayores aliados del de Badia. Si ya antes habíamos visto a Luis Enrique entregarle al croata puntualmente la posición de mediocentro en ausencia del canterano, hace unas semanas ante el Atlético de Madrid observamos, con ambos sobre el campo, una alternativa cuanto menos interesante. Sergio mantenía su demarcación de pivote y Rakitic la de interior derecho, pero en determinadas fases del encuentro, cuando de generar superioridad en salida junto a los centrales se trataba, quien bajaba un escalón no era el primero sino el segundo. Ivan, desde el interior, descendía hasta situarse entre Piqué y Mascherano, posibilitando el tres contra dos frente a los puntas colchoneros, habilitándose el pase y, lo más importante para lo que nos ocupa, permitiendo a Busquets mantenerse en mediocampo.

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– Foto: Josep Lago/AFP/Getty Images

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