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Ante el inesperado Aleix Vidal

Barcelona's defender Aleix Vidal celebrates after scoring a goal during the Spanish league football match FC Barcelona vs UD Las Palmas at the Camp Nou stadium in Barcelona on January 14, 2017. / AFP / LLUIS GENE (Photo credit should read LLUIS GENE/AFP/Getty Images)

El once de Luis Enrique para enfrentarse a la Unión Deportiva Las Palmas presentó varias sorpresas, pero el asturiano las anunció en dos tandas. Primero con la lista de jugadores convocados y definitivamente con la elección del equipo titular. Así pues, desde bien temprano, Quique Setién supo que no tendría enfrente a Sergi Roberto, y que puesto que también faltaría Gerard Piqué, lo lógico sería que el Barça mantuviera su esquema introduciendo a Aleix Vidal en el lateral derecho. Es decir, al futbolista de la plantilla azulgrana, junto a Paco Alcácer, por ahora más alejado de la dinámica del resto del equipo. Uno que colectivamente no había tenido lugar y que a nivel individual dejaba varias malas noticias. Como consecuencia, puesto que a la hora de medirse a los culés con peores piezas uno está obligado a elegir las zonas y los momentos donde sumar esfuerzos, el entrenador santanderino optó de inicio por concederle a su rival la carta de Aleix Vidal, a priori la más débil, a cambio de competirle otras batallas que estimó más productivas.

La Unión Deportiva Las Palmas, en un inicio, presentó ante la salida de balón del Barça una defensa alta, con Jonathan Viera ascendiendo al lado de Boateng para encimar con dos hombres a los centrales, Roque Mesa muy arriba emparejándose con Busquets, El Zhar con Jordi Alba y tanto Vicente Gómez como Tana haciendo lo propio con los interiores barcelonistas. Quedaba libre Aleix Vidal, y el tarraconense se convirtió en la principal y constante vía de escape de su equipo. Una y otra vez, los servicios medidos de Ter Stegen encontraron al catalán libre y arriba, en disposición de convertirse en la primera piedra en el zapato canarión. A ello contribuyó muy notablemente la lectura de la situación que hizo André Gomes. Tana, el defensor amarillo en su sector, se proponía establecerse en una posición intermedia entre el interior y el lateral del Barça, con tal de poder acceder a ambos según se moviera el balón, a lo que André respondió llevándoselo con él hacia el centro para alejarlo de la equidistancia y abrir el camino de Ter Stegen hacia Vidal. La conexión entre el portero y el lateral, pues, permitió a los locales superar la presión, ganar altura y llevar el partido sobre una rampa de salida en dirección al área de Javi Varas.

-A la hora de iniciar juego desde atrás, los pases de Ter Stegen hacia Aleix Vidal fueron la gran solución del Barça para escapar de la presión canaria.-

El lateral conectó en su carril con André Gomes y Messi, el primero para llevar el balón más arriba todavía y el segundo para cambiarlo de lado, previo paso por Mascherano o Sergio Busquets. Siendo Roque Mesa el marcador del mediocentro, con el Barça en campo rival el canario debía ocupar una demarcación homónima y, por lo tanto, alejada de Busquets, gozando el canterano de libertad para convertirse en opción para sus compañeros. En el carril zurdo de su ataque, encontró el Barça bien abierto a un Arda Turan perfectamente surtido, lúcido en la interpretación, favorecido por el espacio que en todo momento le concedió Michel Macedo reculando y compensado por cuanto tenía a su alrededor. Si el turco pausaba y acunaba el balón en sus botas, Rafinha se movía, Jordi Alba apoyaba y Luis Suárez, en clara ascensión física y futbolística, regaba de agresiva hiperactividad el frente de ataque azulgrana. El Barça fluía con balón, encontraba a Busquets para mantenerle el ritmo al juego y, como adenda que se repite en las últimas semanas, presionaba mucho. Una presión que a diferencia de la que pretendió en otros momentos, recientemente parece tener un aire de quijotismo que no nace tanto de las ventajas previas creadas como del más puro compromiso.

-Busquets, muy liberado, y un Leo Messi líder en robos de su equipo (mapa a la derecha), caracterizaron la presión culé en su partido ante el las Palmas.-

Empujado por un desprendido Busquets y con Leo Messi como sorprendente emblema, la agresividad de los locales sin balón terminó por minimizar el plan del Las Palmas, superado en defensa y que en ataque no fue capaz de inquietar al 1-4-4-2 con el que cerraba el cuadro barcelonista. Las alternativas que pretendieron los de Setién pasaron por el riesgo. El que asumió en sus envíos -principalmente en los de Lemos-, y el que tomó para contener las fugas de Aleix Vidal. Con los canarios presionando, Hélder Lopes adelantó su posición para defender más cerca del lateral catalán y librar a Tana de esa doble responsabilidad, lo que llevó al Barça a diversificar las rutas de su salida y a insistir en un inicio más directo que aprovechara que con Hélder situado arriba, Las Palmas cerraba en un tres para tres de Lemos, Aythami y Míchel Macedo contra el trío de atacantes del Barça. Un trío en el que, esta vez con Turan por Neymar, de nuevo sus tres integrantes vieron puerta, señal inequívoca de que en el partido sucedió cuanto le gusta que suceda a los culés. Los de Luis Enrique encadenan dos encuentros de finales con sonrisas y noticias positivas a las que, el sábado, se les sumó el buen juego. Cualquier objetivo mayor, lo tendrá como inicio.

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– Foto: Lluis Gene/AFP/Getty Images

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