Ocupar las vacantes en la rotación de la delantera cuando ésta cuenta con tres futbolistas de la dimensión de Leo Messi, Luis Suárez y Neymar Jr., no es fácil. Hay, en resumidas cuentas, dos formas de hacerlo. La primera es incorporando la figura del cuarto delantero, un atacante que situado un escalafón por debajo en cuanto a jerarquía, funcione como primer recambio para los tres titulares como un recurso para reunir minutos de modo que, así, el rol pueda recaer en los hombros de un futbolista de mayor nivel. La segunda fórmula es por la que se decidió el Barça el pasado verano, la de los especialistas, futbolistas de menos impacto, estos sí, vinculados directamente al relevo de una de las plazas del once de gala. Así, por ejemplo, este curso Arda Turan ha quedado circunscrito a la demarcación de extremo izquierdo que más habitualmente ha pertenecido a Neymar, y Paco Alcácer ha hecho lo propio con el puesto de nueve de Luis Suárez. Sin embargo, los especialista de la rotación barcelonista, por el momento, apenas han aportado más allá del rendimiento que puntualmente hayan podido tener en sustitución de uno de los cracks.
Ni entrando desde el banquillo ni sumando alternativas al juego han resultado herramientas demasiado eficaces, toda vez los cambios de dibujo orquestados por el cuerpo técnico han buscado exprimer otro tipo de recursos. La temporada, además, en su desarrollo, ha ido descubriendo un vacío en determinado rol dentro de la plantilla. Amén de un revulsivo, al Barça le ha faltado un hombre de banda que relacionado con la función de calentar los segundos tiempos, aportara regate y profundidad sobre todo cuando no ha estado disponible Neymar, principal proveedor de estos dos aspectos tan relevantes en la puesta en escena culé. El clásico desde que el brasileño saliera del campo, o más recientemente la visita azulgrana a Coruña representan dos de los momentos donde más notorio se ha hecho el vacío. Dadas las alternativas en el dibujo, así como, quizá, la conveniencia de contar en el fondo de armario con un recurso capaz de abrir el perfil derecho del ataque, tanto el camino del cuarto delantero como el del especialista podrían unirse este verano en forma de una incorporación que dé relevo en los costados al tiempo que aporte el condimento necesario a la MSN.
Kingsley Coman
Fecha y lugar de nacimiento: 13 de junio de 1996, París (Francia)
Altura: 1,78 m
Peso: 71 kg
Club actual: Juventus (Bayern Munich)
El futuro de Kingsley Coman se decidirá el próximo mes. Es cuando el Bayern, club en el que el jugador lleva cedido por la Juventus las dos últimas temporadas, deberá decidir si ejerce la opción de compra que tiene sobre el francés por valor de 21 millones de euros. Cabe suponer que lo hará, pero de no ser así, el joven extremo pasaría a ser una de las opciones más apetecibles del mercado en lo que a hombres de banda se refiere. En una época en la que apenas quedan extremos como tal, Coman es un ala moderno pero que mantiene parentesco con los futbolistas que antaño ocuparon su lugar. No en vano, pocos conjuntos como el Bayern han apostado más por el ataque exterior en los últimos años, con figuras como Robben, Ribery, Douglas Costa, el propio Coman o sus representativos laterales abriendo el campo. Kingsley es un extremo muy veloz, flexible, con capacidad para ir al espacio, pero también una chincheta y un encarador. Un jugador que puede fijarse en banda y esperar abriendo el campo a que el balón llegue a sus pies para probar a su marcador en el uno contra uno.
Fecha y lugar de nacimiento: 11 de mayo de 1995, Praia (Cabo Verde)
Altura: 1,73 m
Peso: 65 kg
Club actual: Sporting Portugal
Se trata de uno de los indiscutibles nombres propios del año en el campeonato portugués. Argumento principal en ataque del Sporting de Jorge Jesus, se ha destapado como el rey de las asistencias en la liga lusa y en la gran arma de su equipo a la hora de medirse a los consolidados Porto y Benfica. El caboverdiano es el siguiente en la interminable lista de extremos derechos salidos del conjunto verdiblanco, uno insistente en el dribbling, físicamente explosivo, futbolísticamente vertical y técnicamente resuelto aunque algo acelerado. Un futbolista que pese a su determinado rol de banda puede monopolizar la ofensiva de su equipo desde el regate y la profundidad en el costado. Agitado, bullicioso y con un poderoso cambio de ritmo, no resulta un delantero especialmente asociativo pese a sus cifras en el último pase, pero sí que a lo largo del curso su implicación en fases intermedias del juego ha ido en aumento, mezclando desde su protagonismo en el plan del equipo, apariciones cercanas a la media o caídas a zonas centrales con tal de jugar con la atención que genera sobre el rival.
Fecha y lugar de nacimiento: 5 de mayo de 1999, Ámsterdam (Holanda)
Altura: 1,70 m
Peso: –
Club actual: Ajax de Ámsterdam
Apenas suma una decena de partidos en la primera división holandesa, pero en esta reducida muestra ya se ha mostrado como una de las sorpresas más agradables del curso en lo que a jóvenes prometedores se refiere. Extremo moderno, el fútbol de Justin se caracteriza por ser pura electricidad. Regateador consumado y descarado, sobresale en el arte del desborde y la ocultación del cuero, suertes para las que se vale de un físico perfecto para la reacción veloz, el quiebro y el cambio de ritmo y de dirección. Puede actuar en cualquiera de los dos perfiles, con salida hacia un lado y hacia el otro, y tiene la capacidad de mezclar su faceta de encarador insolente con una interpretación posicional del juego marca de la casa en su club. A priori perfecto para alterar los partidos entrando desde el banquillo, sería de las cuatro opciones que plantea este artículo la más orientada a un papel de especialista revulsivo, como una carta a la disposición del nuevo entrenador para cambiar partidos. Recurso añorado por el Barça este curso, resultaría para el joven Justin una función a partir de la cual crecer con minutos de relevancia competitiva.
Fecha y lugar de nacimiento: 13 de agosto de 1992, São Paulo (Brasil)
Altura: 1,72 m
Peso: 72 kg
Club actual: Paris Saint Germain
En la Champions de los últimos años, pocos futbolistas han respondido mejor que Lucas Moura al rol de encarador de banda especialista. El brasileño es hijo del regate, y como tal ha ejercido de as en la manga para sus entrenadores en París. Futbolista exterior, principalmente de banda derecha, al que hacer llegar el cuero para que con él trate de retar al lateral de turno, fue primero con Ancelotti y posteriormente con Blanc la herramienta con la que sacudir unos ataques que teniendo a un delantero tan particular como Ibra, por momentos podían correr el riesgo de embotellarse. A las órdenes de francés, sin embargo, ya en la pasada temporada, Moura vivió un progresivo acercamiento al juego de conjunto enriqueciendo con ello su anterior función como verso libre. Desde cualquiera de los dos perfiles -también desde el izquierdo- ganó presencia en la frontal y entre líneas, apuntando hacia una dirección que en esta temporada, con Unai, principalmente en los últimos meses, no ha hecho más que reforzarse para dibujar a un Lucas que juega más por dentro. Es lo que fue, pero también más cosas.
– Fotos: David Ramos, Christof Stache, Patricia De Melo Moreira, Dean Mouhtaropoulos y Franck Fife/Getty Images