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¿Por qué Paulinho?

Barcelona's new Brazilian football player Paulinho Bezerra controls a ball during his official presentation, after signing his new contract with the Catalan club at the Camp Nou stadium in Barcelona on August 17, 2017. / AFP PHOTO / LLUIS GENE (Photo credit should read LLUIS GENE/AFP/Getty Images)

¿Por qué Paulinho?

El verano para el Fútbol Club Barcelona aparentemente tenía subrayadas en rojo dos necesidades ineludibles a cubrir. Una nominal y otra de fondo. La primera era el lateral derecho, plaza en la que, más allá de características y adecuación, la plantilla no tenía a un futbolista hecho al puesto. Nélson Semedo ha sido la respuesta del club a esta carencia. La segunda, de calado más táctico y por lo tanto, incluso, de connotaciones más profundas, señalaba a su centro del campo. En esta línea en particular, el historial del equipo bajo la dirección de su último entrenador experimentó una tendencia contracultural a la línea seguida por la institución durante un cuarto de siglo. El Barça, de 2014 en adelante, se vació de jugadores capaces de gestionar el balón en la sala de máquinas. Uno detrás de otro, la plantilla perdió a Cesc Fábregas, a Xavi Hernández o a un lateral con peso de centrocampista como Dani Alves sin que en su lugar arribara al Camp Nou ningún equivalente. Más bien al contrario, la medular barcelonista en la última época se ha ido llenando de un perfil de centrocampista más vinculado a la conducción y a la zona de la mediapunta, que al pase como herramienta desde la que gestionar la base de la jugada. Desde Rakitic a André Gomes, pasando por Rafinha, Arda Turan o Denis Suárez, todos los nuevos interiores del Barça han respondido a una tipología común de centrocampista, emblema de la pérdida de peso específico de la media en el juego azulgrana y del alejamiento estilístico de aquellas normas no escritas que durante tanto tiempo marcaron su singular personalidad futbolística. A horas de bajarle la persiana al mercado, tampoco este verano el conjunto catalán se ha hecho hasta el momento con un jugador de este tipo. No lo ha querido. En su lugar ha llegado Paulinho, una incorporación que encierra más preguntas que respuestas y que, por lo tanto, hasta reconocerle la cara al nuevo Barça, pone difícil un análisis concluyente sobre la misma.

Lo que sí puede avanzarse sin temor al patinazo es que el brasileño ni es ni ejercerá como el nuevo director del juego azulgrana. No posee ni el currículum ni los atributos que permitan imaginarlo ahí. Sus virtudes son otras -y en todo caso no menores- y hablan de un centrocampista mucho más relacionado con la presión, el movimiento y la llegada, que con la posición, la circulación y el orden a través de la pelota. Con sus armas, es un futbolista capaz de constar de manera notable en los partidos, de dejar su impronta y definir contextos desde la influencia en aquellos aspectos del juego que le son más afines. No se ha estrenado todavía en Champions League, pero conviviendo con la monstruosa presión de la selección verdeamarelha ya ha demostrado personalidad, liderazgo y presencia en el juego. Aunque su tendencia a involucrarse para facilitar el juego a sus compañeros en ocasiones lo lleva a reclamar el cuero y a participar cerca de la base de la jugada, su influencia ahí es más bien escasa, pues ni la intención ni la pulcritud de sus toques resuelven escenarios problemáticos. No es un elemento activo y relevante en la circulación, donde además se le observa cierta lentitud para el gesto y la decisión, sino más bien un complemento móvil que desde la compensación posicional busca favorecer que otros recojan el encargo sin descompensar el reparto espacial. Del mismo modo que en otras temporadas hiciera Ivan Rakitic con respecto a la posición de Messi en banda derecha, Paulinho ha reproducido en Brasil una suerte de desmarques dentro-fuera similares a los del croata, con tal de equilibrar el sistema ante el peso y valor creativo de futbolistas exteriores como Neymar o Coutinho.

Tanto si Valverde mantiene un sistema con un Leo Messi que parta desde la derecha pero tenga absoluta libertad para despegarse y acudir al centro, como si reformula la posición del argentino situando su origen en el carril central, Paulinho encajaría dándole la réplica a la hora de repartir alturas y amplitud. No será él el jugador que evite una posible necesidad del equipo de que Messi intervenga abajo para solucionar los problemas en la creación, pero sí que en este escenario puede ser un valor a la hora de mantener un grado de intimidación alto por delante de la pelota. Y es que la gran baza ofensiva de un Paulinho que no crece a partir del pase es la llegada desde segunda línea. Poderosa, casi en avalancha, dibuja a un futbolista con un recorrido vertical autoritario, capaz de penetrar en el área y amenazar con el disparo o el remate aéreo, con olfato para la definición y para ocupar espacios en zona de finalización, e incluso cierta visión para el último toque en esta parcela del campo. La misma capacidad yendo hacia arriba la demuestra a la hora de defender, iluminando lo que seguramente sea su principal valor futbolístico y aquel que de forma más clara encaja con el libreto de su nuevo entrenador: la presión. Paulinho recorta metros al rival de forma espectacular, por físico y colocación, llevando la batalla por la recuperación cerca del arco contrario. Sin balón, posee una gran capacidad para influir tanto en el plano vertical como en el horizontal, pudiendo llegar muy arriba y muy cerca de la línea de banda. En este sentido, su desempeño en el pressing resulta muy afín al que habitualmente ha puesto en práctica Valverde en sus equipos, uno impulsado desde atrás por piezas poderosas físicamente como San José, Raúl García, David Fuster o Moisés Hurtado.

Si bien Paulinho por sí mismo no resulta un argumento para llevar el balón hacia arriba, sí puede contribuir a construir un escenario de defensa adelantada que no lo lleve hacia abajo. Que la recuperación se produzca en el lugar de origen. La pareja que puede conformar con Sergio Busquets, tanto en una suerte de doble pivote como respondiendo a un perfil de interior cercano al mediocentro, se antoja especialmente poderosa para llevar a cabo este objetivo. Dos piezas para impulsar desde atrás la recuperación hacia una altura excepcionalmente alta, capaces de marcar la línea de la frontera y, a su vez, de cubrirse mutuamente. Aunque tentativos, los primeros pasos del Barça de Valverde ya han insinuado la intención del técnico de concederle manga ancha a Busquets a la hora de liberarse para dispararse hacia arriba, empleando a Rakitic como puntual escudero. Paulinho guarda importantes diferencias con respecto al croata -siendo muy evidentes las relacionadas con el golpeo- pero en cuanto a la concreta ejecución de la cobertura puede desempeñar una función parecida a nivel táctico en relación a Busquets. Incluso, en la comparación, si Ivan gana sobre el balón, el brasileño lo hace sobre la cantidad de espacio que es capaz de abarcar, algo que puede ser relevante para Sergio no solo a la hora de despegarse para presionar sino también para combinar.

Y es que, como se describía al inicio del texto, la plantilla azulgrana cada vez cuenta con menos jugadores que crezcan desde el pase, o lo que es lo mismo, con menos futbolistas en  los que Messi pueda encontrar un aliado con quien tirar una pared. Busquets es de los pocos que sigue teniendo la técnica, el concepto y la velocidad en el gesto necesaria como para ofrecerle a Leo un socio en la frontal. Para poder serlo necesita o bien que el juego del equipo se localice muy cerca del área contraria, o bien un seguro a la espalda que le permita ganar metros sin comprometer la respuesta ante una hipotética transición. Por último, y aunque hasta ahora se ha puesto en énfasis en la capacidad defensiva de Paulinho en campo rival, cabe señalar el aval que con él consigue el Barça a la hora de protegerse desde la inferioridad. En aquellos escenarios no condicionados desde la iniciativa, el brasileño será un refuerzo de valor tanto para contener el siempre exigente carril derecho culé, como la zona de un Sergio Busquets mucho menos preparado para contener en las inmediaciones de su área que cerca de la del rival. Paulinho es el mensaje realista, quizá resignado, de quien no ve posible un mundo distinto. Un competidor a la manera en que compiten otros, y un contrafuerte para lo especial que todavía queda en pie.

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– Foto: Lluis Gene/AFP/Getty Images

Comments:10
  • asce 1 septiembre, 2017

    Realmente me cuesta mucho ser objetivo con este fichaje. Podemos afirmar ya que definitivamente hemos abandonado el cruyffismo?

    Reply
  • Iniesta10 1 septiembre, 2017

    Gracias Albert, un gran texto, como siempre.

    «Paulinho es el mensaje realista, quizá resignado, de quien no ve posible un mundo distinto. Un competidor a la manera en que compiten otros, y un contrafuerte para lo especial que todavía queda en pie.»

    Creo que con esta frase queda resumido todo, un equipo, el Barça, venido a menos y en el que no ha entrado ningún futbolista con el rol de organizador/generador de juego.
    No queda más remedio que darle la bienvenida a Paulinho y esperar que pueda aportar, si no desde la creación, si al menos desde la presión al rival. No queda otra. Pero la sensación (al menos la mía) es de tristeza, es de no haber sabido renovar adecuadamente y a tiempo el equipo

    Reply
  • Morén 1 septiembre, 2017

    @Asce

    Tenemos que ver las intenciones y posibilidades de Valverde, todavía. A priori no parece que disponga de las piezas perfectas para poner en práctica los principios del juego de Cruyff (para entendernos) de manera estricta, pero ya hemos visto otras veces y en otros sitios, cómo sin los hombres perfectos para ellos se han podido ejecutar propuestas diversas.

    @Iniesta 10

    «ningún futbolista con el rol de organizador/generador de juego.»

    Lo cual es todavía muy sorprendente si se atiende a que Valverde ha declarado una y otra vez que pretende que Messi juegue arriba. Veremos qué jugo le saca el Txingurri al sistema para esquivar esta «incoherencia» de la plantilla o si finalmente tiene que recurrir a Leo abajo.

    @Javier

    No es este el lugar.
    EUMD no es un foro del Barça, sino una web de fútbol centrada en el Barça. Pero la temática es esa: el balón. Lo ha sido durante 10 años, a pesar de lo que en este tiempo haya podido acontecer en el club a nivel institucional. Y, evidentemente, va a seguir siéndolo ahora. Es bonito que algunos os sintáis aquí como en vuestra casa, pero hay que mantenerla ordenada, jejejeje. Para todo lo que se aleja del césped hay otros lugares, pero si éste también lo fuera perdería lo que le hace ser diferente y su razón de ser 😉

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    • Javier 1 septiembre, 2017

      Ok

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  • Rafa 2 septiembre, 2017

    Albert, de corazón, es una delicia poder leerte.
    Pocos sitios quedan donde disfrutar leyendo sobre puro fútbol.

    Reply
  • TiburonPuyol 2 septiembre, 2017

    Los minutos que jugó me parecio verlo mas retrasado y busquets de interior.
    Creo que en la salida de balon Busquets podria ser el encargado de recibirla y conducirla, luego apoyarse en el otro interior o en el lateral, y avazar.
    En una hipotetica perdida, busquets podría permitirse una presión mas alta, Paulinho tiene mas velocidad para replegar, cuando el barça este ocupando el campo contrario, tanto el como Busquets los imagino fuera del area pero cerca, en caso de rechace Paulinho tiene mejor disparo que Busquets,en uan hipotetica recuperacion no es mala idea darsela y que chute. En caso de perdida busquets podría realizar esa presión y Paulinho replegar.
    Lo que no veo temirno de ver es a PAulinho de interior sin busquets de mediocentro, y tampoco veo a PAulinho de mediocentro sin Busquets en el campo….
    Es decir, no veo a PAulinho como suplente de Busquets, es mi opinion, veremos la de Valverde..

    Lo de pérfil Keita… en fin, uno de los tópicos del futbol que se utilizan porque no se ve mas alla de que un jugador de color puede aportar algo más que físico, múscolo, ser un pulmón.. Keita era un jugador con uan tecnica exquisita, y lo demostró en el Sevilla, Barça, en la Roma y en el Valencia (no lo he visto más) y la frase que mas escucho cuando ese habla de KEita, es que aportaba musculo en el centro del campo.
    Algo me pasa con Kondogbia, que la gente lo destaca por su físico (que lo tiene) cuando tiene un buen toque de balón.

    Aun funcionando Paulinho, y aunque me salga un poco del tema, me ha dolido este mercado. me sigue faltando el organizador en el primer equipo, en el B tenemos a Galarreta, que esta haciendolo muy bien! Ojalá Valverde cuente con él en cuanto haya alguna lesión, a ver si esta semana del parón lo ve más.

    Saludos.

    Reply
  • Morén 2 septiembre, 2017

    @ Rafa

    Pues eso aquí no lo vamos a cambiar 😉

    @Manolo

    Es una lástima que por una palabra que antes de escribir ya sabías que aquí no tenía cabida, se te tenga que borrar un comentario. No es la primera vez que intervienes en la web y siempre lo has hecho muy correctamente, te pido que siga siendo así.

    @Tiburonpuyol

    La impresión que dejan estas primeras semanas es que Valverde busca, en cierto sentido, liberar a Busquets para que pueda influir un poco más arriba, y que esa figura que ha estado representando Rakitic y en la que Paulinho también podría encajar, lo facilite. Tanto para la presión como para la combinación, pues como se apunta en el texto el Barça cada vez tiene menos piezas con las que Messi pueda hacer una pared y Busquets es una de las que quedan.

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    • TiburonPuyol 4 septiembre, 2017

      Tiene sentido.
      Pero sigo echando en falta un jugador que pueda hacer de busquets (sin llegar a su nivel obviamente) sin que esté Busquets en el campo.
      Paulinho para una salida del balón,… sin estar Busquets o Iniesta, lo veo dificil.
      Veo posible que Valverde tenga otro plan para la salida que no tenga que pasar por busquets pero que de una salida limpia.. veremos!

      Aunque tengamos ya la plantilal cerrada, creo que hemos dejado escapar opciones como Roque Mesa o Radoja (10 y 13 kilos) o Illarra. 3 jugadores llevan 2 temproadas jugando con un medio posicionado igual que el del Barça, y personalmente creo que lo han hehco a gran nivel, tienen buena tecnica y salida como para habernos al menos fijado en ellos.

      Se que no se habla de eso aqui, pero tenia que soltarlo jaja.

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  • Roberticus 2 septiembre, 2017

    Albert,

    La mayoría de la gente viene pintando como demarcación idónea para Paulino algo como segundo pivote que se descuela y afasta (como lo hacía Khedira con Alonso en el Madrid) o bien un interior. Pero si nos ponemos el ejemplo de Bakero en el Dream Team, es decir mas adelantado de la pareja de interiores o incluso ejerciendo de mediapunta? Vamos, o bien algo parecido con lo que hacia Sergi Roberto ante el Betis, o, en líneas mas bakerianas, también encarnando la figura de aquel mediapunta presionante (Fuster, Raúl García) que ya has citado en otros artículos. ¿Lo ves como algo viable? Paulinho descargando paredes simples para los peloteros más dotados, y sumando a aquello su formidable llegada a la área y abanderando la presión a la zaga y mediocentro rivales? ¿O crees que Paulinho le seria un estorbo a los Messi, Iniesta, Demebele y quien fuere que buscara ese espacio entre líneas? No sé, por que se me ocurre que Bakero supo no agobiar a los Laudrup, Eusebio, Romario y cía aún cuando ocupaba una parcela del terreno que, en teoría, no le correspondía.

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    • Morén 5 septiembre, 2017

      Por un lado no veo en Paulinho la velocidad de ejecución y lectura que sí considero que tienen los jugadores con que lo comparas, y por el otro personalmente considero que lo mejor del brasileño se da jugando de cara y, a poder ser, corriendo hacia adelante. No quiere decir esto que no pueda actuar de mediapunta, pero mi impresión es que si lo hace será en escenarios muy determinados de juego que le concedan espacios por delante para correr. Partiendo desde una posición algo más retrasada va a tenerlos, desde la mediapunta, en el Barça, es bastante más complicado. Por último también está el factor de «los socios de Messi», que cada vez tiene menos. Un teórico mediapunta sería una de las piezas donde más claramente Leo podría apoyarse, y como digo no me parece que Paulinho ofrezca esa réplica en el toque. Amén de que un Paulinho partiendo tan adelantado a su vez pondría más difícil que Busquets pudiera descolgarse, y Sergio sí puede darle a Messi un compañero cuyos pies toquen a la velocidad necesaria.

      En todo caso es muy pronto. Valverde seguro que va a tocar bastantes cosas y quizá lo veamos.

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