Después de las probaturas iniciales, Gerard López había resuelto el encaje de Galarreta, Vitinho y Aleñá en su 1-4-3-3, eligiendo para ellos una posición que resaltaba simultáneamente, al menos, alguno de los puntos fuertes de cada uno. La participación del guipuzcoano, el el giro del brasileño y la determinación del canterano hallaron en las demarcaciones de interior derecho, interior izquierdo y extremo derecho, respectivamente, buenas pistas de despegue. La lesión de Galarreta, sin embargo, que lo mantendrá lejos de los terrenos de juego durante varias semanas, vuelve a reabrir la cuestión y de nuevo gira el foco hacia la utilización de Carles Aleñá. La perla del filial, en este arranque de Liga, ha dado el paso al frente que se esperaba en cuanto a resolución y liderazgo, ejerciendo como la estrella ofensiva del equipo y la pieza más amenazante sobre el arco rival desde una posición de partida inicialmente decantada hacia la derecha. En el mismo perfil desde el que la pasada temporada el técnico del Barça B pretendió orientarlo al cambio de orientación, la conducción interior y la llegada, pero ligeramente adelantado. Más cerca de la portería rival. No en vano, los tres goles que firma el de Mataró hasta la fecha, han servido para poner en el marcador el primer tanto del filial en los partidos. Un enfoque más definitivo y menos coral, en contraste con cómo lo empleó Ernesto Valverde durante la preparación, no sólo afincándole en la medular sino, además, situándolo a pierna natural para invitarle a orientar más su juego hacia las soluciones colectivas. Para cerrarle el pasillo a cambio de abrirle una ventana.
Ahora, la baja de Galarreta plantea la posibilidad de un retorno de Aleñá al mediocampo que difícilmente se producirá en los mismos términos que dispuso el Txingurri en verano. Probablemente todavía en la derecha, pues no ha insinuado Gerard que esté dispuesto a renunciar a la determinación de su pupilo cuando enfila el camino hacia el área, no obstante el reajuste le trasladará al entrenador dos cuestiones a las que dar respuesta. En primer lugar, aunque a pierna cambiada su salida seguirá siendo la misma y su camino, aunque más largo, tendrá idéntico destino, la influencia y libertad de Aleñá para afectar el pico del área seguramente se reduzca tendiendo un futbolista menos a su espalda. Piezas como un Marc Cardona que en el comienzo de liga alterna la titularidad con el banquillo, o un Arnáiz que se ha hecho fuerte en la izquierda a fuerza de una versatilidad muy concreta, podrían ser dos de los futbolistas a los que recurra el técnico como complemento a la nueva ubicación de su estrella. La segunda cuestión, ya anteriormente tratada en este espacio, es que, con Vitinho en el interior izquierdo, un retorno de Aleñá al mediocampo dibujaría una línea medular con ambos interiores a pierna cambiada, con las dificultades que esta poco común circunstancia acostumbra a llevar a cuestas. El centro del campo del ascenso echó a volar cuando junto a Aleñá se situó un zurdo como Gumbau orientado hacia la izquierda. ¿Funcionará esta vez? ¿Optará Gerard por, emulando la pretemporada de Valverde, darle a Carles el interior izquierdo? ¿Aprovechará el buen momento de Oriol Busquets en el mediocentro para buscar en un zurdo como Sarsanedas al interior izquierdo que suavice el plan? ¿O mantendrá a Aleñá como delantero? En definitiva, ¿le dará el pasillo o la ventanilla?
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– Foto: Jose Jordan/AFP/Getty Images