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Atacar sin Busquets ni Jordi Alba

BARCELONA, SPAIN - APRIL 07: Ousmane Dembele of FC Barcelona conducts the ball among his teammates Ivan Rakitic and Philippe Coutinho and Gabriel Pires of CD Leganes during the La Liga match between Barcelona and Leganes at Camp Nou on April 7, 2018 in Barcelona, Spain. (Photo by Alex Caparros/Getty Images)

Atacar sin Busquets ni Jordi Alba

El Barça de Ernesto Valverde tiene dos grandes soluciones para abrir espacios ante un repliegue del rival bien organizado. El primero -aunque menos efectivo en las últimas fechas- consiste en la ruptura de Jordi Alba habilitada por el pase cruzado de Messi, y en las consecuencias que de ello se derivan, mientras que el segundo se origina en su capacidad para el robo adelantado. Aprovechando que el adversario se despliega, y capitaneada por Sergio Busquets, una recuperación en fase de inicio cercana al área rival es la oportunidad de abrir puertas donde antes había un muro. Por exigencias del calendario, no obstante, el sábado el reto culé, frente a un Leganés que pasa por ser uno de los equipos menos goleados de la mitad baja de la tabla, no iba a poder contar ni con el lateral izquierdo ni con el mediocentro titular. Dos de sus principales mecanismos para abrir la lata, se verían debilitados.

Así las cosas, el Txingurri planteó un encuentro con dos novedades relevantes en la alineación, una de índole individual y otra a nivel táctico. La primera señaló a Sergi Roberto como el lateral izquierdo del equipo, cubriendo la ausencia de Digne y Alba, y cediendo su plaza en la derecha para Nélson Semedo. La segunda, por su parte, se localizó en el mediocampo, donde las piezas pusieron en liza un posicionamiento inesperado. Pese a que en el once formaban Rakitic, André Gomes y Coutinho, y con ello pudiera esperarse una línea de medios en la que el croata tomara el relevo de Busquets en el centro, quedando el portugués a su derecha y el brasileño a su izquierda, una vez repartidos los azulgranas sobre el césped Philippe ejerció de delantero por la izquierda y André quedó situado en el mismo carril que él. De este modo, el centro del campo barcelonista dispuso al mediocentro como si de una línea de tres se tratara, contó con Gomes en el interior izquierdo pero dejó vacía la plaza de interior derecho.

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En ataque, Rakitic y André ni jugaron en paralelo ni se repartieron los dos perfiles del campo, sino que uno guardó su posición en el centro y el otro se decantó hacia el costado zurdo. Si normalmente la asimetría del esquema de Valverde se encuentra en la delantera, esta vez se trasladó al medio, extrayendo al interior derecho para ganar a un delantero de banda izquierda. Ambas cuestiones -la presencia de Sergi Roberto como lateral izquierdo y la ausencia de un interior derecho- colorearon un juego de ataque del Barça que hizo del carril zurdo su lado fuerte para generar espacios en el derecho. Con todas las demarcaciones de la banda izquierda ocupadas por centrocampistas -Roberto, André y Coutinho-, y juntándose a ellos los apoyos desde el centro de Luis Suárez, Rakitic, Vermaelen o Leo Messi, optó el Txingurri por una circulación en el pico del área del Leganés en la que tener superioridad numérica, capaz de atraer hacia ella el juego y que, tras cambiar de orientación los ataques, hallara a Semedo y Dembélé en disposición de aportar a la ofensiva la contrarréplica profunda.

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Además, una vez asentada la jugada en la corona del área, y organizadas las líneas del Lega, la falta de un interior derecho permitió a los locales una solución para impedir que la acción se atascara. Quitándole el tapón, provocó que el agua no se estancara, dibujando una opción de salida siempre desocupara hacia la que descargar tanto el balón como el desmarque de uno de sus futbolistas. Messi, Dembélé, Coutinho, Suárez o Semedo, tuvieron un lugar al que poder acudir para no permanecer estáticos, agitando con ello a su rival y a la propia circulación de balón. Para los de Garitano la treta tenía doble peaje, ya que si en pos de proteger esa parcela mantenía su habitual estructura el rival podría gozar de superioridad numérica en la izquierda, mientras que si optaba por desplazarse allá donde más culés había, el agujero a la derecha de la frontal sería el doble de grande. Aunque de nuevo el acento corrió a cuenta de Leo Messi, en esta ocasión la historia la escribieron entre todos. Quizá el capítulo que menos armonizó fuera el de Luis Suárez.

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– Foto: Alex Caparros/Getty Images

Comments:6
  • Michel 9 abril, 2018

    Suarez estuvo horrendo. Pero su garra le da puntos suficientes para hacerlo prácticamente insustituible.
    En otro orden de cosas la relajación un día va costar cara. Los cambios los vi bastante desacertados, esperando que se invirtiera lo que comentas de los interiores y situando a SR por André al lado derecho de Rakitic. Aunque el portugués jugó un partido con escasos fallos, peso poco y aportó menos como en él es habitual. De igual manera considero que Coutinho en el plan inicial tuvo mayor presencia que Dembele que solo dejo carreras en solitario, sin que ninguna llegará a generar peligro. Por lo tanto podría haber realizado el cambio por Dembele y situar a Coutinho más cerca de Messi que parece activarlo más.

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  • Riera 9 abril, 2018

    «Rakitic y André ni jugaron en paralelo ni se repartieron los dos perfiles del campo, sino que uno guardó su posición en el centro y el otro se decantó hacia el costado zurdo»

    Si captamos las imágenes de diversos partidos, podremos observar la misma disposición variando los perfiles: uno mantiene su posición en el centro (Sergio) y el otro decanta su posición unos metros, acomodándose donde sus características adquieren más sentido. Lo mismo sucede con Messi y Dembélé, acomodándose ambos al perfil derecho.
    decanta su posición unos metros, acomodándose donde su juego adquiere más naturalidad.

    Ello ha permitido observar un 1-3-3-3-1 en diversos partidos. Piqué y Umtiti abiertos a la altura del pico del área; Sergio por momentos entre centrales; Sergi Roberto y Jordi Alba abriendo el campo; Rakitić a la altura de ambos laterales; una línea de tres con Dembélé, Messi y Coutinho en un reparto espacial similar al de Piqué, Sergio y Umtiti y; Suárez como hombre más adelantado.

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    • Morén 9 abril, 2018

      Es que realmente en ataque, el comportamiento de Rakitic y André fue el habitual cuando el Barça juega con tres centrocampistas. Lo que cambiaba es que en la derecha no había interior, pero el mediocentro siguió siendo mediocentro y el interior izquierdo, interior izquierdo.

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  • Riera 10 abril, 2018

    Sí, en mi opinión es lo mismo que venimos viendo en algunos partidos en el lado contrario, solo que la tendencia de Iniesta a venir a buscar el balón no permite verlo con claridad. Según mi lectura de los espacios, el Barcelona dispone de un centrocampista que viene a dar el primer pase (Busquets o Rakitić), un centrocampista que recibe en 2/4 de campo ladeado o centrado según sus características (Rakitić, Paulinho y el otro día André Gomes), tres jugadores por delante en 3/4 de campo (Dembélé, Messi e Iniesta) y otros tres jugadores estirando los tres carriles del campo (Suárez, un lateral derecho que en ocasiones permuta el reparto con Dembélé y Jordi Alba). Por ello ayer hablaba del 1-3-3-3-1, aunque hablar de un sistema a día de hoy es un tema un poco espinoso. Grandes referencias como Simeone han hablado del 1-4-4-2, Valverde dice que Rakitić y Busquets no juegan en la misma posición y hoy sale Ter Stegen diciendo que no tienen sistema, para mearse con los que desde pequeños hemos imaginado sistemas.

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    • TiburonPuyol 10 abril, 2018

      Pues si, hablar de sistemas (de números) es algo que solo se aplica en defensa, Cuando se ataca, cada jugador se va moviendo en función de la pelota, y la pelota muchas veces en función de como esté posicionado el rival. Pero siempre hay asimetría en bandas, enlos interiores.. en los delanteros cuando juegan con 4-4-2 (por ejemplo Rodrigo y Zaza o Griezzman y Costa)
      Recuerdo Que Ancelotti lo dijo una vez, que hablar de los números (4-3-3, 4-4-2… etc) era algo que dejaba a los periodistas, que en el campo ese sistema solo se ve en defensa esática.

      Por lo que si habría que definir el sistema del Barça de Valverde, yo me decanto por el 4-4-2, en defnesa es cuando se ve es dubijo muy claramente. Aunque en ataque se vea un 4-3-3, según que jugador sea el 4 centrocampista. Eneste aspecto, veo que Dembele cuando es el cuarto centrcampista (centrocampista con proyección ofensiva, como lo definió Jon Aspiazu) tiene sus problemillas para cambiar al 4-4-2 cuando toca defender, sobretodo cuando el equipo pierde el balón en mediocampo, sacando el balón.

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  • ElCojo 10 abril, 2018

    Desde mi punto de vista, el sistema en defensa es un claro 1-4-4-2. Mi idea, es que el Barcelona pretende cerrar el centro de la defensa con la jerarquía de sus dos centrales y un doble pivote asimétrico. Luego, los interiores, deben ayudar siempre a su lateral. Este sistema defensivo tiene una doble ventaja: No pedir esfuerzos a Messi y que sus dos centrocampistas con menor capacidad defensiva no tengan que cubrir la zona central. Además, permite a Leo un gran abanico de movimientos en el centro del campo por si quiere acudir a él y, a su vez, se le deja el carril central para acudir al remate cuando la jugada avance.

    Este año, este sistema no queda tan claro por la presencia de Iniesta, que siempre tiene más presencia en la base de la jugada y busca la pelota cerca de los centrocampistas. De cara al próximo año, teniendo en cuenta la mayor importancia de Coutinho y Dembelé, será más claro.

    Por supuesto, esta es la base y no siempre se juega igual. Hasta ahora, los centrocampistas más importantes de la izquierda siempre tienen más relación con la pelota (Iniesta y Coutinho) pero su función depende del momento de la jugada. Cuando se saca el balón, uno de los mediocentros se coloca entre centrales, los laterales suben y el interior izquierdo baja y centra un poco su posición intentando estar algo más adelantado que Busquets (ya que cada vez más es Rakitic el que baja entre centrales porque tiene mejor pase largo y porque Busquets es mejor entregando la pelota a un toque y recibiendo de espaldas para girarse con presión). De esta manera, hay hasta cuatro receptores del primer pase, quedando el interior derecho y Suárez como amenazas más adelantadas. Leo tiene libertad para posicionarse un poco más cerca del centro del campo para recibir o más arriba entre líneas.

    Luego, cuando ya se ha consolidado el control en el centro del campo, se comienza un nuevo escenario, dejando a los dos mediocentros en un doble pivote que nunca está en línea. Si Busquets sube un poco, Rakitic se queda algo más atrás; Si es Rakitic quien sube, Busquets se queda más atrás. El balón suele pasar más por Rakitic en la distribución y la posición adelantada de Busquets sirve para dotar de ritmo más que de sentido al balón y para poder ejercer su magnífica presión alta sabiendo que hay otro jugador detrás dispuesto a correr hacia atrás tapando los agujeros que puedan surgir y que si la presión de Busquets no fructifica, al haber otro jugador como Rakitic el equipo no se queda vendido.
    En este momento, durante la etapa de control, Coutinho y Messi pueden acercarse al centro del campo a tocar con libertad o uno de ellos se puede descolgar hacia arriba sabiendo que está cubierto por el otro. En este momento, el interior derecho tiene cierta libertad como «verso libre». En el caso de Paulinho, acercándose al balcón del área desde atrás, más interior, con la función de llegar al remate o ensuciar la salida del rival. Si el jugador es Dembelé, siempre suele estar más por la derecha, avanzando con la bola o abriéndose un poco más a posición de extremo. Si es Rakitic quien está más adelantado, sigue teniendo esa función de distribuidor, siempre algo escorado a la derecha del doble pivote.

    En este punto, es cuando más puede parecer una distribución de 1-4-3-3: Coutinho (o Iniesta) se posiciona como interior izquierdo. Rakitic está a la derecha de Busquets y algo adelantado. El interior derecho se descuelga para dejar hueco a Leo si Messi baja. Por el contrario, si Messi está arriba, el interior derecho sí puede bajar a ocupar su posición. Este jugador tiene que estar muy bien relacionado con la posición de Leo. Aquí se puede ver un 4-3-3 asimétrico, con Leo centrado, Suárez ocupando posiciones de delantero centro pero algo escorado a la izquierda y el interior derecho subiendo o bajando según haga Leo.

    En este momento de la jugada, ya podemos pensar en 4-2-3-1, ya que el interior izquierdo, sobre todo Coutinho por características, tiene libertad para descolgarse en aventuras con o sin balón y fijar su posición entre el interior una posición muy próxima al balcón del área. El interior derecho también puede bajar un poco para recibir, subir su posición al pico del área o abrirse algo a la posición de extremo. Y Leo, por supuesto, puede acercarse a tocar e ir subiendo acompañando la jugada o esperar más arriba como mediapunta entre líneas.

    Yo, en esta disposición, sigo viendo un 4-4-2 en el que el interior izquierdo (Iniesta o Coutinho) debe ayudar en la construcción del juego de ataque aportando una calidad en el pase y la conducción diferencial aunque, cuando la jugada lo requiera, pueda acompañarla o subir con cierta libertad por el doble pivote, y el interior derecho está más liberado del balón y debe dar soporte posicional (más centrado, más arriba, más abierto) según la posición de Leo. Esta posición es muy adaptable a las características de los jugadores que la ocupan (Alcácer- Aleix Vidal – André Gómes – Paulinho- Dembele) pero no suele ser muy fuerte en posesión de balón, debe estar atenta a la posición de Leo y siempre tiene que volver y ayudar a su lateral ya que, en defensa, siempre hay que volver al 1-4-4-2.

    Por todo eso, yo creo que en el partido contra el Leganés no hubo un cambio táctico significativo. Simplemente, si lo normal es un doble pivote que procura no estar nunca en línea y en el que Busquets está algo más a la izquierda (o centro) y Rakitic algo escorado a la derecha (y más adelantado cuando el balón está asentado en campo rival), en el último partido se reprodujo el sistema con la diferencia de que era André Gómes el jugador más adelantado del doble pivote y que estaba más escorado a la izquierda.

    En un partido con Busquets-Rakitic-Iniesta/Coutinho, al estar Rakitic más adelantado y por la derecha e Iniesta/Coutinho acercarse algo más a la base de la jugada por la izquierda, el sistema está algo más próximo del 4-3-3. En realidad -desde mi punto de vista- siempre se juega un 4-4-2 en el que el doble pivote no está alineado, el interior izquierdo (por características) ayuda más a la construcción de la jugada y el interior derecho (Paulinho-Dembele) tiene más libertad para descolgarse al pico del área.

    Sobre todo, lo que veo, es que la distribución de los jugadores solo es fija en defensa (1-4-4-2) y en ataque se va modificando según el momento de la jugada y adaptando a las características de los futbolistas, ya que aunque Paulinho y Dembele puedan ocupar la misma posición a menudo, lo que suman al equipo es muy diferente.

    De todas formas, esto es solo mi visión y seguramente esté equivocado pero es la impresión que me ha ido dando al ver los partidos.

    Perdón por la extensión del comentario y muchísimas gracias a Morén, que siempre haces un trabajo estupendo.

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