Definitivamente, Ernesto Valverde ha roto la baraja en el interior derecho de su Barça. La posición que quizá más ha caracterizado el recorrido del Txingurri en el banquillo azulgrana, encadena siete partidos de Liga consecutivos siendo algo distinto a lo que fue. Cornellà – El Prat, Ciutat de València -cambio de dibujo incluido-, Celta de Vigo, Coliseum, Eibar, Leganés y ayer por la tarde también Montilivi, han visto al centrocampista que habita en el perfil diestro de la medular culé seguir un comportamiento alternativo. Durante la temporada pasada al completo y varios meses de la actual, la de interior derecho resultó una demarcación estrechamente relacionada con la figura del mediocentro. Cerca del pivote tanto a la hora de atacar como de defender, significó una de las grandes modificaciones con respecto al equipo de Luis Enrique, en el cual Ivan Rakitic tendió más a compensar, en banda o por delante del mediocampo, los movimientos de Messi, que a abrigar la parcela de Sergio Busquets. Tanto es así que incluso con el paso al frente de Arthur Melo y la consecuente presencia en el once del brasileño, el plan barcelonista siguió dando prioridad al vínculo Rakitic-Busquets por encima de un reparto de alturas más armónico, dando lugar a un centro del campo que por momentos distribuía a sus tres integrantes sobre el mismo plano. Busquets, Rakitic y Arthur jugaban en una línea recta solamente cuestionada por los ingresos de Arturo Vidal al campo en lugar de ex de Gremio.
Desde antes del paréntesis invernal, sin embargo, el rompecabezas de Valverde ha encontrado otra solución y ha cortado el hilo invisible que mantenía al interior derecho sujeto al mediocentro. Se trata de una medida que va más allá de sus protagonistas, pues, desde el derbi catalán ante el Espanyol, la demarcación en Liga se la han repartido Arturo Vidal (cuatro partidos), Rakitic (dos partidos) y Aleñá (un partido), y con cualquiera de ellos se ha mantenido el funcionamiento: el interior derecho se ha movido por delante, en un escalón superior. Especialmente significativo al respecto ha resultado el comportamiento táctico de Ivan Rakitic, por ser el futbolista que encarnó el rol anterior de manera casi inamovible. Y lo es por una doble cuestión: en primera instancia por sus minutos en el interior derecho como elemento más adelantado de la línea, y en segundo lugar por las ocasiones en que se ha mudado al perfil izquierdo. Cuando le ha tocado compartir los puestos de interior con Vidal en lugar de con Arthur, siendo el chileno un futbolista más dado a la verticalidad y al salto de línea posicional, la derecha de Busquets le ha correspondido al ex del Bayern. Así ocurrió en Cornellà, en el Camp Nou contra el Celta o esta jornada en Girona, después de que antes, tanto desde el once como desde el banquillo, sucediera lo contrario.
– A la izquierda, el escalonamiento del mediocampo del Barça; a la derecha, los mapas de Rakitic y Arturo Vidal durante el primer tiempo (vía as.com). –
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– Foto: Lluis Gene/AFP/Getty Images

