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Barça 2019-2020 – Capítulo 7: Cuatro escenarios para la delantera

BARCELONA, SPAIN - JANUARY 20: Ousmane Dembele of Barcelona (11) celebrates after scoring his team's first goal with Luis Suarez (9) and team mates during the La Liga match between FC Barcelona and CD Leganes at Camp Nou on January 20, 2019 in Barcelona, Spain. (Photo by David Ramos/Getty Images)

BARCELONA, SPAIN - JANUARY 20: Ousmane Dembele of Barcelona (11) celebrates after scoring his team's first goal with Luis Suarez (9) and team mates during the La Liga match between FC Barcelona and CD Leganes at Camp Nou on January 20, 2019 in Barcelona, Spain. (Photo by David Ramos/Getty Images)

Que los dos capítulos de la serie en los que se ha abordado la cuestión del nuevo delantero centro del FC Barcelona 2019-20 vinieran precedidos por un texto sobre la conceptualización de Coutinho en la plantilla azulgrana, no responde a un orden baladí. Al contrario, el texto sobre el brasileño introducía un aspecto capital a la hora de pensar en la forma de reforzar la delantera culé, pues de ello depende que el nuevo fichaje se incorporase a un cuerpo «titular» formado por tres o por cuatro integrantes más. Como se apuntó entonces, el pasado verano el Barça planificó la llegada de una pieza de primer nivel en su vanguardia, pero lo hizo previendo que no entraría en competición con un Philippe imaginado como interior, sino «únicamente» con Messi, Suárez y Ousmane Dembélé. De cara al próximo mercado, pues, un regreso del brasileño a la consideración de centrocampista replicaría aquel esquema y plantearía un panorama de cohabitación más o menos sencilla entre las piezas de ataque. Una con cuatro nombres importantes peleando tres plazas en el equipo, como equilibrio entre la competencia, las alternativas y un manejo realista del día a día.

Más difícil parece, sin embargo, el gobierno de una línea en la que, a la rotación de cuatro delanteros surgida de la conversión de Coutinho en punta, se le añada la llegada de un quinto elemento lo suficientemente rotundo como para que se piense en su titularidad a corto plazo. Si Coutinho sigue siendo delantero para Valverde, si el Txingurri no sorprende con un golpe de pizarra que permite alinear juntas a cuatro piezas de ataque, y si la planificación contempla la llegada de un delantero con peso de potencial titular, cabe suponer que se buscará una salida a uno de los nombres de peso que ahora mismo integran el abanico de opciones del entrenador. Los dos primeros escenarios de la ecuación pasarían por el adiós bien de Coutinho o bien de Dembélé. Es decir, por la pérdida de una de las teóricas opciones de banda, con lo que el grupo de titulares de la delantera del Barça pasarían a formarlo Messi, Suárez, el nuevo delantero centro y Ousmane o Philippe dependiendo de la opción del club. Quedaría, pues, una rotación seguramente desequilibrada en favor de los jugadores de posicionamiento central, de modo que a la libertad de Leo para asentar su juego por dentro la acompañaría la presencia de dos nueves.

Como en este escenario Dembélé o Coutinho, aunque de características distintas, serían el único elemento más o menos exterior de la rotación, probablemente se trate de un planteamiento que requiera del acompañamiento de un complemento externo, de menor peso jerárquico, con el que redondear la paleta la paleta del ataque. En este rol la plantilla hoy por hoy cuenta con Malcom, que sobre el papel encaja en las funciones descritas, aunque si se estimara conveniente la salida del ex del Girondins ya sea por motivos económicos o deportivos, la plantilla necesitará un relevo para el brasileño. Su compatriota David Neres (Ajax), los incisivos Hirving Lozano (PSV) y Ante Rebic (Frankfurt), o una pieza más específica como el francés Maxwel Cornet (Lyon) serían opciones que, fuera del volumen de protagonismo que absorbe la rotación titular, actuarían como complemento para aportar un aspecto concreto del que la delantera quedaría desabastecido. En este punto, y dependiendo de la magnitud de la nueva incorporación, así como de la previsión en el resto de líneas, el Barça B también podría proponer como candidato a Carles Pérez, uno de los canteranos que más han crecido en el filial esta temporada. Extremo zurdo que prefiere la banda derecha, físicamente fuerte, con desborde, lectura de la situación, un instinto creciente para la finalización y el juego sin balón como su siguiente asignatura, podría encontrar su oportunidad en el reordenamiento del primer equipo.

El tercer escenario pasaría por reproducir la estructura que rige ahora mismo en la plantilla y, simplemente, cambiar de nombre propio en la posición del 9. Incorporar a un delantero centro, y hacerle sitio en el equipo con la salida de Luis Suárez. En este caso, más que un recurso de banda, función para la cual Valverde, aún con la salida de Malcom, mantendría a Dembélé y a Coutinho además de la mencionada hipotética alternativa de Carles Pérez, seguramente el complemento que equilibraría el reparto de características en el ataque culé sería el de un segundo futbolista capaz de actuar como delantero centro, pero con un rango inferior al del principal fichaje. Papel para el cual la plantilla inicialmente contó con Munir, y para el que en invierno incorporó a Kevin-Prince Boateng, se trataría de un jugador que ofreciera un recambio para el 9 que no obligase al Txingurri a cambiar la posición de Messi si no es a voluntad, y que idealmente pudiera sumar minutos de descargo en alguno de los dos costados. Como se demostró en invierno, no se trataría de un movimiento sencillo, aunque con el relevo en la plaza de titular seguramente la pelea por el puesto pueda verse más abierta para los candidatos de lo que se presumía con Luis Suárez. Jóvenes promesas como el delantero del Lille Rafael Leao, veteranos de la Liga española como Stuani, Gameiro o Willian José, o una oportunidad de mercado como pudieran ser las cesiones de André Silva o Toni Sanabria, o un eventual abaratamiento de Maxi Gómez en caso de que el Celta de Vigo descienda, podrían dibujar una suerte de binomio con el que cubrir la posición tanto en caso de ausencia como de falta de adaptación del titular.

Por último, el cuarto escenario rompería lo analizado entre ayer y hoy. Apostaría por mantener a los cuatro delanteros titulares de este curso -Messi, Suárez, Dembélé y Coutinho- y dada la dificultad para congeniar esta elección con la llegada de un refuerzo de impacto inmediato, abordaría el relevo del 9 de una manera distinta. Sustituyendo a Malcom y no a uno de los «titulares». Yendo a buscar a un delantero de realidad más modesta que las que se enumeraron en la lista de candidatos publicada ayer, pero en el cual la dirección deportiva adivine la posibilidad de una progresión acelerada que le permita alcanzar la misma altura jerárquica a pesar de empezar el salto por debajo de las demás opciones. Un punta que no llegase con cartel ni aspiración de titularidad, pero cuya evolución pueda señalarlo así sin que pase demasiado tiempo. Gabriel Jesus o Luka Jovic, antes de ser Gabriel Jesus o Luka Jovic. Un escenario más conservador en la gestión de las salidas pero más arriesgado en el perfil de la incorporación, por aumentar las posibilidades de incumplir las expectativas al verse éstas más alejadas de la realidad actual del futbolista, en el que podrían aparecer nombres como el citado Rafael Leao o un casi olvidado Kasper Dolberg. El primero porque su positivísima irrupción en la Ligue 1 no ha acarreado, todavía, el mismo estruendo que en otros casos, y el segundo por encadenar dos temporadas lejos del nivel que insinuó en 2017.

– Foto: David Ramos/Getty Images

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