«El Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone no se había visto en una como esa. Desde que el Cholo regresara al Calderón, agarrara la camiseta atlética por el escudo y la llevara a cotas que no frecuentaba desde hacia demasiado tiempo, el conjunto colchonero se había visto ganador y perdedor, a veces había sido mejor y otras veces peor que sus rivales, pero nunca un adversario lo había desbordado al nivel que lo estaba haciendo el Bayern de Pep Guardiola en aquella noche de Champions.» – Lee el artículo completo –
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