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33 pases de Pedri

33 pases de Pedri

Solo ha ocurrido dos veces a lo largo de los últimos doce años, que todos los interiores del Barça hayan promediado menos de 55 pases por partido a lo largo de una temporada. Una fue durante la 2016-17, última del proyecto Luis Enrique, y la otra el curso pasado. Lejos de los más de cien que llegó a promediar Xavi Hernández cuando más brillaba su dominio sobre el césped del Camp Nou, hombres como De Jong o Pedri se quedaron prácticamente a la mitad. Por el camino, los 65 de Andrés Iniesta en la campaña 2015-16, los 74 de Rakitic en la 2018-19, o los 75 de Frenkie de Jong en la 2020-21. El regreso del Barça a la Liga quedó lejos de todos ellos. Contra el Rayo Vallecano, Pedri intentó 33 pases en los 72 minutos que estuvo sobre el campo, y su pareja en la medular, Gavi, 19 en 59 minutos. La cifra, más allá de su valor absoluto, fue especialmente significativa en relación al resto de futbolistas azulgranas: solo el delantero centro, Lewandowski, dio menos pases que ellos dos.

Contra un Rayo de Iraola que en varios momentos castigó el circuito de salida culer tapando a Eric y a Busquets, y orientando el inicio de la jugada hacia el sector de Christensen y Araújo para lanzar a un colosal Pathé Ciss sobre los apoyos de Gavi (Imagen abajo a la izquierda), al equipo le costó mucho trabajo hacer llegar el esférico a su pareja de interiores. Desde la llegada de Xavi Hernández al banquillo barcelonista, el suyo ha sido un papel muy marcado por lo adelantada de su posición, a menudo más cerca del punta que del mediocentro, como reclamos indispensables en el libreto del de Terrassa situados a la espalda del mediocampo rival. Habitando los cuadrados que se establecen entre las líneas del adversario, como una solución más efectiva a la hora de hacer llegar el balón a sus compañeros que como plataforma para recibirlo ellos. Se pudo ver el sábado, por ejemplo, en el juego de Gavi, el azulgrana que menos tocó el balón pero quien, en cambio, en varias ocasiones facilitó que la pelota llegara franca al extremo derecho arrastrando la marca del lateral izquierdo del Rayo (Imagen abajo a la derecha).

Al respecto, es especialmente reveladora la explicación del mecanismo que hacía el lateral Nicolás Tagliafico, quien cumplió con un cometido similar a las órdenes de Ten Hag: »Si me sale un central, entonces nuestro delantero va a poder correr a esa espalda; si me sale el lateral, voy a generarle espacio a nuestro extremo; si el extremo baja mucho permite que mi central pueda avanzar más con el balón; y el mediocentro tampoco puede retrasarse mucho porque entonces van a empezar a recibir balones nuestros centrocampistas y es desde ahí desde donde empezamos a jugar. Es un movimiento con el que quizá no vas a recibir el balón, pero que haces para generarle inquietudes a los jugadores rivales». En la descripción del argentino, la pelota llega a los pies del delantero, del extremo, del central o de los centrocampistas, pero no a los suyos. Situado en el cuadrado, él actúa como un señuelo.

Si bien en el caso de aquel Ajax, al conjunto neerlandés seguramente le saliera a cuenta que su lateral izquierdo no recibiera el balón a cambio de que pudieran hacerlo Dusan Tadic, David Neres, Daley Blind o Frenkie de Jong, no está claro que para el Barça sea una buena señal una participación directa en el juego tan baja de sus interiores. Al menos no lo fue contra el Rayo, rival ante el que los culers en varias ocasiones extrañaron una mejor ocupación del mediocampo justo en el escalón que sigue a Sergio Busquets, y contra el que, sin intervención de los centrocampistas, por momentos los ataques locales tendieron a la precipitación. Después de hacer llegar el cuero rápidamente a las zonas de Dembélé y Raphinha, el brasileño y el galo ni buscaron ni tuvieron a quien encontrar (Imagen abajo a la izquierda). Con ambos interiores muchas veces dentro del área, y ninguno de los laterales ocupando el vacío a los lados del mediocentro, por lo general la acción de los extremos fue definitiva, bien a través del disparo a portería o intentando la asistencia final. Fue en las contadas oportunidades en que Gavi y, especialmente, Pedri, pudieron recibir el esférico en la frontal del área, cuando los ataques barcelonistas incorporaron el punto de pausa necesario como para contemporizar la acción, sumar pases extra para mover la estructura defensiva del rival, y encontrar a los delanteros en situaciones de peligro más claras (Imagen abajo a la derecha).

Las dificultades del Barça para contactar con sus interiores no solo tuvieron que ver con la altura de la posición de Gavi y Pedri y, en consecuencia, de su distancia respecto a Sergio Busquets. El Manchester City de Pep Guardiola es otro equipo que gusta de lanzar a sus centrocampistas más adelantados sobre el área contraria, atacando los carriles que generan los delanteros entre los centrales y los laterales del rival, y dibujando en muchos momentos una línea de cinco atacantes por delante de la pelota. La receta del ex entrenador azulgrana cuando plantea este tipo de estrategia, ya desde su etapa en Munich, se completa con la colocación de uno o los dos laterales por dentro. Aprovechando que, como en el Barça, son los extremos los encargados de abrir el campo y que, por lo tanto, lo laterales quedan libertados de la responsabilidad de ensanchar los ataques, el conjunto citizen a menudo convierte a futbolistas como Walker o Cancelo en dos centrocampistas más cuando su equipo tiene la pelota.

De esta forma consigue Guardiola ocupar el espacio en la medular que dejan libre sus interiores cuando van arriba y, más importante en este caso, incorpora un señuelo para hacerles llegar el balón cerca del área. Del mismo modo que en el Barça la posición de Pedri y Gavi es el reclamo para que el esférico llegue a sus compañeros, el City utiliza a sus laterales como cebo para liberar a los interiores. Sumando una o dos referencias más para el contrario en la base de la jugada, de modo que uno de sus centrocampistas rivales tenga que abandonar la marca para saltar sobre el lateral dejando libre al interior. O bien cerrando lo suficiente al volante como como para que, cuando el balón viaje desde el central al extremo, la ayuda en banda no pueda llegar desde el costado sino que de nuevo tenga que llegar desde el futbolista inicialmente emparejado con uno de los interiores del City.

No es un mecanismo muy distinto al que empleaba Xavi en Qatar cuando el Al-Sadd, en ataque, formaba con un 1-3-2-2-3 en el que se dibujaba un cuadrado en mediocampo con dos futbolistas en la base y otros dos en la mediapunta. O como al que recurrió en algún momento del curso pasado centrando la posición de Dani Alves desde el lateral. Liberando al interior de su lado, facilitando situaciones de uno contra uno para el extremo en banda, y sumando una suerte de segundo mediocentro al lado de Busquets a la hora de afrontar la transición ataque-defensa. «Con este salvavidas sí que es posible poner cinco delanteros, porque tienes la espalda cubierta«, explicaba Guardiola al respecto de sus lateriores en Alemania. Sin ellos, el Barça, en su debut, por momentos vio desnudo el centro del campo. Le abrió la puerta al Rayo para poder contraatacar, castigar a Araújo y a Jordi Alba en banda, medir a un Eric Garcia muy acertado en la vigilancia y la anticipación, y poner a prueba a un Ter Stegen salvador que fue la nota más positiva de la noche. Una noche que señaló con claridad el primer objetivo que deben marcarse los culers en el nuevo curso que recién empieza: Pedri tiene que recibir muchos más balones.

– Fotos: PAU BARRENA/AFP vía Getty Images / Juan Manuel Serrano Arce/Getty Images

Comments:2
  • Ricard Boada 15 agosto, 2022

    A priori Sergi Roberto debería poder cumplir con esta función de laterior a la perfección. Veremos como Xavi trata de resolver este problema que ya arrastra desde la temporada pasada.
    Sergi Roberto, Araújo, Koundé, Christensen, Eric García, Piqué, Jordi Alba (ya no cuento a Dest) más los que pueden llegar (Alonso y otro lateral derecho) son un montón de jugadores que le permiten al entrenador probar múltiples posibilidades. A priori parece que Araújo y Koundé deberían estar en el 11 sí o sí, pero el uruguayo es un arma de doble filo (su infalibilidad defensiva versus su debilidad en la salida del balón).
    Puestos a probar con el laterior, me gustaría ver a Sergi Roberto ahí, teniendo entonces a una dupla de centrales más dura que el acero (Araújo junto a Koundé). Por el otro lado es posible que Marcos Alonso pueda ejercer de larerior mejor que Jordi Alba.
    En todo caso, estoy completamente de acuerdo en que tener a Pedri recibiendo pocos balones es dispararse en el pie. El canario ya ha demostrado que convierte en oro casi todo lo que pasa por sus pies y, a pesar del protagonismo de los extremos en el sistema de Xavi, pienso que debería llevar la batuta de lo que suceda a partir de tres cuartos de campo.

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  • Shenzhen2020 17 agosto, 2022

    A mí me cuesta mucho entender el poco peso que le da Xavi a los interiores teniendo en cuenta todo lo que él fue. No es un problema de ahora (se arrastra desde Abril) y no es que Xavi desconozca la solución (ya utilizó el laterior con Dani Alves, pero también con Jordi Alba). Algo se me escapa y no sé qué es.
    Supongo que el fichaje de Marcos Alonso pueda ir por ahí: es un futbolista con sensibilidad para jugar por dentro y puede ser ese laterior que permita cerrar con tres atrás (y con Koundé y Eric/Christiansen asegurando salida limpia, Xavi se puede permitir que el otro sea Araújo). Y puede que por esa idea de cerrar con tres atrás se esté hablando por Juan Foyth. Lo que ya no veo es que lleguen Marcos Alonso, Juan Foyth y Bernardo Silva si no hay dos salidas que dejen un buen cash (FdJ + Dest).

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