
A partir de ahora, a Pep se le presentarán dos frentes, por un lado dos competiciones de eliminatorias -la Copa del Rey y la Champions- y por el otro la Liga, competición en la que sin olvidar la obligación de seguir contando los partidos por victorias, el técnico podrá trabajar aspectos específicos del juego que den al equipo una nueva dimensión y rotar a jugadores como Messi, Márquez o los campeones de la Eurocopa con la selección española, que deben ser importantísimo en la pelea por los títulos. Afortunadamente para el técnico, este margen de puntos en Liga llega en el momento en que los clubs empiezan a planificar las plantillas de cara a la próxima temporada, por lo que, este trabajo específico de Pep puede serle muy útil para despejar dudas acerca de determinados jugadores o posiciones y detectar más claramente los ambitos en los que el equipo debe buscar un crecimiento.
Sin lugar a dudas, dos son los aspectos que más pueden mejorar la dimensión actual del equipo: la transición ataque-defensa y el juego por banda izquierda, dos facetas que, por otro lado, tienen bastante relación.
La transición ataque-defensa es el momento en que el equipo pasa de atacar a defender, es decir, el comportamiento táctico que experimenta el conjunto cuando se pierde la posesión del balón. En este sentido, el equipo de Guardiola parte de un principio innegociable como es la defensa adelantada y la situación de todo el equipo volcado sobre el campo del rival. Así pues, tras perder el balón resulta imprescindible un trabajo de recuperación sobre el mismo, debido a que sin presión sobre el balón, el rival tendría muchas facilidades para poner un balón al espacio que ganara la espalda de la línea de cuatro defensiva. El comportamiento del cuadro azulgrana, en este sentido, es diferente dependiendo de la zona del campo en la que se produzca dicha pérdida, lo cual se explica por la naturaleza de los futbolistas que forman cada perfil. En banda derecha, claramente el costado fuerte del equipo y zona que absorbe las tres cuartas partes del juego, el Barça junta a Márquez, Xavi, Alves y Messi. El comportamiento de ésta banda se acerca mucho a los planes que Pep le tendría reservada, ya que aúna futbolistas de muchísima calidad, infinidad de recursos y pese a todo mantiene una seguridad defensiva alta. Es recurrente escuchar comentarios sobre la debilidad de éste costado debido a la mentalidad ofensiva de los jugadores que lo habitan, pero en realidad el equipo no sufre más por banda derecha de como lo hace en otras zonas del campo. Si acaso, dos jugadas mediáticas como el gol que valió la derrota ante el Numancia o el mano a mano de Drenthe ante Valdés en el clásico, sumado al hecho de que debido a que la mayoría del juego azulgrana transcurre por banda derecha y por lo tanto, lo más normal es que las pérdidas y los consecuentes contraataques del rival también se produzcan sobre este costado, han contribuido a transmitir una sensación de fragilidad defensiva en banda derecha, que bajo nuestro punto de vista no se corresponde a la realidad.
En esta banda, cuando el equipo pierde el esférico, el Barça acostumbra a acumular a muchos jugadores alrededor del balón por lo que la presión sobre el mismo resulta más fácil. Es importantísima en este sentido la labor de Dani Alves «empujando» a sus compañeros a la presión, y es que el lateral acostumbra a ser uno de los primeros hombres en lanzarse a la recuperación.
La banda izquierda ya es otra historia y la presión sobre el esférico se fundamente más en un trabajo físico que en el juego de posición como si ocurre en el perfil contrario. No creemos que ésta sea la idea inicial de Guardiola, pero como en todas las facetas del juego, los esquemas los determinan los jugadores. En este apartado todo empieza desde la defensa, donde el técnico da una importancia enorme a la salida desde atrás. No obstante, a la espera de Milito, las dos plazas defensivas más volcadas hacia la banda izquierda las suelen ocupar jugadores como Puyol o Abidal, es decir, dos futbolistas no muy dotados para la creación. Esta circunstancia provoca que la posibilidad de perder el balón en el inicio de la jugada y con el equipo descolocado aumenten, por lo que el técnico, para la posición de interior izquierdo viene apostando por jugadores físicos como Gudjohnsen o Keita, que tienen en la presión y la llegada desde segunda línea las razones de su presencia en el once.
Sería interesante, pues, probar en los partidos de Liga con Busquets en esta posición, un jugador igualmente sacrificado en la presión pero que puede desarrollar un trabajo defensivo más racional y menos dependiente del aspecto físico. Por otro lado, la presencia del canterano contribuiría a que la banda izquierda del equipo pudiese, también, absorber volumen de juego y no fuese, como hasta ahora, una zona de mera transición y finalización.
Evaluaciones individuales:
Como ya hemos comentado, el margen del equipo en Liga permite a Guardiola hacer pruebas de cara a la próxima temporada, es decir, observar la viabilidad de algunos jugadores en determinadas situaciones, la posibilidad de un cambio de perfil o despejar algunas dudas sobre el rendimiento de algún jugador en concreto.
Es importante, pues, que hasta el finlal de temporada Guardiola preste especial atención a trabajar este aspecto con Touré y ver si el marfileño encaja en su idea sobre el mediocentro del equipo. De no ser así, puede ser una buena solución para aprovechar el talento del jugador, probarlo en su posición natural, la de interior, desde donde puede ofrecer cualidades como el despliegue físico, la llegada dese segunda línea o capacidad de dar continuidad a la jugada con el balón en los pies.
–Martín Cáceres: Se puede discutir si el fichaje del uruguayo llegó en el mejor momento o si el precio pagado fue el adecuado, pero lo que ya es más complicado poner en duda es que se trata de uno de los centrales marcadores con mayor proyección. No obstante, hoy por hoy en la plantilla hay tres centrales que están por encima en la rotación -Márquez, Piqué y Puyol- y cuando vuelva Milito el papel de Cáceres puede quedarse en testimonial. Por este motivo, una buena solución tanto para el jugador como para el cuerpo técnico puede ser buscar una adaptación a un nuevo perfil defensivo que le permita disponer de más minutos a la vez que ofrece soluciones al técnico.
En este sentido, la plantilla del Barça tiene un claro déficit de laterales, teniendo únicamente a Alves, Abidal y Silvinho para estas posiciones, y está por ver si los dos últimos permanecen en el equipo la próxima temporada. Es por eso que será interesante que Guardiola dé minutos a Cáceres en alguno de los dos laterales, ya sea como recambio de Dani Alves o como recurso en el lateral izquierdo, dos posiciones que de no cuajar el experimento con Cáceres la secretaría debería reforzar el próximo verano.
Hasta ahora Pep generalmente ha preferido al de Albacete más arriba, en la posición de mediapunta escorado a la banda jugando a pierna cambiada, aunque ésta elección podría responder a la necesidad de contar con un interior físico por la falta de salida desde atrás por banda izquierda, que hemos comentado anteriormente. Será aclarador, pues, observar si pese al buen momento de forma que atraviesa Henry la entrada de Iniesta en el once se produce formando en el tridente de ataque. Por el momento, tanto en su reaparición ante el Mallorca como frente al Atlético, Guardiola lo alineó en la banda izquierda del ataque.
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