
A día de hoy, el equipo de Klinsman queda lejos de los grandes Bayern de la historia, y pese a la fuerte inversión que viene haciendo en las últimas temporadas, no parece estar a la altura de los grandes del continente. Mantiene la fortaleza física, la contundencia y la peligrosidad en el chut o en el juego aéreo de antaño, pero a diferencia de épocas pasadas, carece de talento individual, por lo que salvo las apariciones de Franck Ribery, es un equipo con poco fútbol.
Así pues, la capacidad de los muniqueses para construir un juego basado en la combinación y en la que mantener el control del esférico se centra básicamente en el atacante francés y en las relaciones que pueda establecer en banda izquierda con Lahm desde el lateral y Zé Roberto desde posiciones más centradas. No obstante, ante el Barça será complicado que esta banda izquierda pueda soportar el peso ofensivo del equipo, puesto que coincidirá con el perfil fuerte de los azulgranas, donde la presencia de Alves, Xavi y Messi condicionará la transición ofensiva alemana. Por este motivo, y ante la baja de Klose, sería interesante que Klinsman desplazara a Ribery de la banda, descargándole del trabajo sobre la banda derecha del Barça, y le diese una mayor libertad situándole justo por detrás de Luca Toni. Así pues, Zé Roberto -que acostumbra a jugar en el centro, por delante de Van Bommel- pasaría a ocupar la banda y permitiría fortalecer el centro del campo con la entrada de Ottl, Borowski o Altintop.
El Barça, por su parte, tratará de alejar a Toni lo máximo posible del área para minimizar su peligro por alto y provocar que la lucha por el balón dividido se produzca lejos de Valdés. Por este motivo, es muy probable que Guardiola apueste por una pareja de centrales formada por Márquez y Piqué, puesto que su buena salida del balón permitirá al equipo adelantar líneas y la presencia del canterano permitirá al técnico sumar centímetros en el once, tanto en la lucha individual contra Toni, como en el juego a balón parado. Así pues, la entrada de Puyol en el once se produciría en el lateral izquierdo, con especial atención a la cobertura de la espalda de Piqué cuando éste pelee por alto con Toni, y a la diagonal de Schweinsteiger desde la banda. Junto a Piqué, a la hora de controlar el juego de Luca Toni, tendrá un papel muy relevante Touré Yaya, quien debe completar junto al central el «bocadillo» al punta italiano y a la vez, sacar provecho de su físico para controlar la segunda jugada.
Si como recomendamos Klinsman le da mayor libertad a Ribery desligándolo de sus obligaciones en banda, Touré puede verse excesivamente exigido y necesitar de la ayuda de sus compañeros, especialmente de Rafa Márquez. Sin la necesidad de perseguir a Alves por la banda, Ribery podrá dedicarse a buscar la espalda del lateral brasileño en la transición defensa-ataque, lo cual, si su desmarque parte desde la zona de la mediapunta, puede arrastrar a Touré hacia el costado. De esta manera, Piqué se quedaría sólo en la defensa sobre Toni, quedaría huérfana la lucha del rechace y Xavi e Iniesta estarían obligados a recorrer muchos metros en defensa para pelear con la segunda línea alemana. Es por este motivo que Márquez, como ya hiciera en la eliminatoria ante el Lyon, debe prestar especial atención a la espalda de Dani Alves y eliminar los espacios que éste pueda dejar en sus subidas por la banda, mediante una posición bastante abierta que en ciertos momentos puede dibujar una defensa de tres con el mexicano y Puyol en los costados.
Vemos como la estrategia para controlar los peligros del Bayern pasan por cortar las vías de juego de Ribery y minimizar la productividad de Luca Toni ejerciendo de boya. Será imprescindible, pues, junto a la defensa adelantada, que los hombres de ataque erosionen la transición defensa-ataque del Bayern, impidiendo el subministro a Ribery y evitando que los de Klinsman adelanten líneas y hagan recular a la defensa culé. Así pues, el Barça deberá evitar la salida del perfil zurdo de la defensa del Bayern, donde Lahm y Demichelis garantizan una construcción bastante buena, mientras que si el balón circula por los pies del central diestro -más si finalmente el sustituto de Lucio es Van Buyten y no Breno- o de Oddo, es presumible ver una cierta precipitación que permita al F.C.Barcelona recuperar rápidamente el control del esférico en posiciones adelantadas.
