
Dejando de lado aquellos aspectos más específicos de la posición de lateral y que, por lo tanto, puede cubrir su eventual sustituto, que seguramente sea el capitán Carles Puyol, lo que convierte a Alves en un lateral diferente y, posiblemente, en el más determinante para su equipo, es su capacidad para ofrecer unas prestaciones que van más allá de las de un mero lateral. Así, en el Barça de Guardiola, las principales aportaciones de Dani Alves son, por un lado, su capacidad para empujar al equipo a la presión, y por el otro, la posibilidad de crear superioridad numérica en el centro del campo.
Alves adquiere un peso vital en la transición ataque-defensa del Barça debido a que es uno de los hombres que por su garra y agresividad a la hora de presionar la salida del rival y tratar de recuperar el balón, contagia al resto de sus compañeros. Puyol, su presumible sustituto, en este sentido es un futbolista de características similares, pero el capitán es un hombre con menor peso en la administración del balón y que, por lo tanto, no vive tan cercano a las zonas por las que se mueve el cuero. Así pues, cuando el equipo pierda el control del esférico, Puyol no siempre estará en situación próxima al balón y por lo tanto, ventajosa para recuperarlo. Es por eso que será interesante contar con la participación en la media de un futbolista como Keita, quien debido a su gran recorrido y capacidad física, puede compensar, junto a Puyol, la ausencia de Alves a la hora de lanzar al equipo a la presión.
En segundo lugar, en un equipo como el Barça que persigue el dominio del juego desde la posesión y la administración del esférico, el control del medio campo es algo primordial, y en este aspecto, el hecho de que Alves, subiendo desde el lateral, se convierta en un cuatro centrocampista, es una de las claves que explican el éxito azulgrana. La capacidad de Alves para sumarse a la línea de medios y participar activamente en la administración del balón, es algo que difícilmente podrá reproducir su sustituto en el lateral, por lo que el cuerpo técnico del Barça deberá buscar una alternativa. Así pues, a la hora de encontrar un cuarto centrocampista en el esquema del equipo, desde EUMD apostaríamos por la alternativa que resulta al formar con Andrés Iniesta en el tridente de ataque. Desde ahí, además del juego más especifico de banda, el manchego puede ser la herramienta para que el equipo genere superioridades en la media, dada su tendencia a centrar su posición y a aproximarse a los interiores ocupando la zona de la mediapunta.
El problema como oportunidad:
El cambio en el lateral izquierdo, implica que el equipo deba adaptarse, también, a las características de Maxwell, pues se trata de un lateral más ofensivo y menos dominante a nivel físico. Así pues, ahora, sin Alves y con un lateral diestro más defensivo, puede ser el momento perfecto para que el equipo asimile las peculiaridades de Maxwell y lo incorpore a su sistema de juego. De este modo, cuando a un equipo que habrá «aprendido» a jugar con Maxwell, se le sume Dani Alves, con quien el equipo ya ha construido automatismos, el paso de jugar con un lateral ofensivo y uno defensivo a hacerlo con dos ofensivos, será presumiblemente más eficaz y menos traumático.
