
Nos atreveríamos a decir, pues, que el Almería tuvo suerte al perder por uno a cero, porque si Messi e Ibrahimović hubiesen estado algo más acertados leyendo el partido, menos desgastados por la acumulación de partidos, si Iniesta se hubiese presentado al partido con una mejor forma o Rafa Márquez no hubiese disputado sus primeros minutos como titular esta temporada, seguramente hubiésemos asistido a un partido calcado a los muchos que protagonizó el equipo de Guardiola en su estadio la temporada pasada. No obstante, el Barça contó con numerosas ocasiones de gol, las cuales ya sea por la falta de acierto, por la intervención de Diego Alves o como producto del azar –nos referimos sobre todo a la jugada del doble poste de Xavi e Iniesta- no logró materializar.
El partido, finalmente, se resolvió con un gol de Pedro Rodríguez que tras recibir desde la banda izquierda se giró sobre sí mismo y mandó el balón a la escuadra. Con este gol, el canario esta temporada ya ha conseguido perforar las redes contrarias en ambas supercopas, en Champions League y en Liga, y varias son las voces que adivinan en él a una estrella en ciernes. Por eso, es un buen momento para detenernos en el jugador canario y situarlo en su verdadera dimensión, para así poder entender mejor su papel dentro del equipo.
Tampoco se trata de un futbolista estratégico para el club como podrían ser los Muniesa, Thiago Alcántara o Gai Assulin, pues el potencial de éstos provoca que para el club invertir en ellos sea invertir en los futuros cracks del primer equipo. Por este motivo, el papel de Pedro debe ser el de hombre de complemento, esos futbolistas que redondean la plantilla ofreciendo soluciones diferentes al técnico, en este caso, juego por banda y chispa en ataque. No es ni será un jugador que condicione una planificación deportiva como, por ejemplo, esta temporada sí ha hecho Bojan. Así, por ejemplo, que Henry continúe o no la próxima temporada dependerá exclusivamente del rendimiento del delantero francés y un hipotético traspaso de Thierry estará motivado por no haber ofrecido el nivel necesario, no para ‘hacer hueco’ a Pedro, algo diametralmente opuesto a lo que ha sucedido este verano con Bojan y Keirrison.
