Este mediodía, en el palco de honor del Santiago Bernabéu, el hasta ahora capitán merengue Raúl González Blanco, ha anunciado que la próxima temporada no vestirá los colores del Real Madrid. Desde hace un año, En un momento dado ha modificado sus contenidos para enfocarlos a la actualidad del F.C.Barcelona, por lo que a priori, no parece que este sea un lugar en el que esperar un artículo dedicado al 7 blanco. No obstante, la grandeza de los equipos se mide, también, por la grandeza de sus rivales, y en el Real Madrid pocos más grandes que Raúl.
Hablamos de uno de los futbolistas más importantes de las últimas décadas en Europa, y de toda la historia del fútbol español. Con Raúl se va una leyenda, una leyenda que desarrolló sus gestas en el Real Madrid, o lo que es lo mismo, en el equipo en que seguramente más pesan la mística y la heroica. Con Raúl culmina la leyenda del siete en el Real Madrid, el número que en otras épocas lucieron los Amancio, Juanito o Butragueño, y que desde hoy será para siempre el dorsal de Raúl.
Quizá, su carrera legendaria, su historia vinculada a un escudo y la complejidad de su fútbol, no obstante, hagan poca justicia a la dimensión como jugador del capitán blanco. Raúl no tenía la elegancia deslumbrante de Zidane, ni el espectacular uno contra uno de Ronaldo, ni la apabullante superioridad física de Roberto Carlos, ni la sorprendente fantasía de Ronaldinho. El fútbol de Raúl no saltaba a la vista, estaba ahí, todo el mundo lo sabía, pero pocos podían identificarlo. Por eso hoy, el día de su adiós, se recuerda demasiado su carácter, su garra, su sacrificio y su vinculación a la camiseta del Real Madrid. También se alude a su oportunismo dentro del área, su instinto asesino y su capacidad para aparecer cuando el partido no le esperaba. Sin embargo, hablar de Raúl en estos términos sería injusto con el jugador y con el fútbol. Estas palabras servirían, por ejemplo, para Filippo Inzaghi -con todos los respetos para uno de los grandes goleadores italianos de los últimos años-, pero jugadores como Raúl ha habido muy pocos, y pocos han dado tanto al fútbol como él.
Por eso hoy, desde En un momento dado queríamos expresar nuestro agradecimiento a Raúl. Primero como culés, por haber hecho más grande al Barça haciendo más grande al Madrid, y segundo como aficionados al fútbol, porque cuando hemos logrado dejar los colores al margen, ha sido un privilegio haber podido disfrutar de un futbolista como Raúl.

