
4-3-3 con Xavi y Cesc como interiores:
Esta opción consiste en juntar en los interiores a Xavi y Cesc, para desplazar hasta el tridente atacante a Andrés Iniesta. Era la solución que, tras la salida de Ibra, intuíamos que buscaba Guardiola con el fichaje del de Arenys. Messi como falso nueve, Villa abierto a banda izquierda y la presencia de un falso extremo derecho beneficiándose de la presencia de un lateral como Alves para aparecer por zonas más centradas. De hecho, este ha sido el rol que ha desarrollado Pedro a lo largo de la mayoría de la temporada. Más mediapunta que extremo, era frecuente ver al canario aparecer entre líneas para conectar con Xavi, Iniesta o Messi, emulando su partido ante Alemania en el pasado Mundial de Sudáfrica. El primer movimiento de Guardiola al inicio de la pasada campaña, precisamente, se ajustó bastante a esta idea, al saltar al Sardinero en la primera jornada de Liga con un mediocampo con Keita en el interior izquierdo y con Iniesta partiendo como falso extremo derecho.
En todo caso, esta será una de las alternativas que manejará Guardiola a lo largo de la temporada y que será difícil no ver en varios partidos. Con esta disposición, nos encontraríamos a un Iniesta mucho más implicado en la aceleración del juego que en la administración de la base de la jugada, donde el papel protagonista recaería en Xavi y Cesc. El de Arenys, por su parte, que compartiría con Xavi el rol de cerebro del equipo, aportaría desde el interior profundidad y llegada, aspectos que, a otro nivel, hasta ahora ha aportado Keita cuando ha jugado en esta posición. Así pues, de la sociedad que han formado el malí e Iniesta cuando el manchego ha ocupado una demarcación más adelantada, pueden extraerse ideas de lo que podría suceder si finalmente Cesc se adueña del interior izquierdo y Andrés pasa a ocupar la banda izquierda del ataque azulgrana.
En primer lugar, es de prever un intercambio constante de posiciones entre los dos, tanto en amplitud como en profundidad. Pese a ser un jugador eminentemente interior, Cesc es un futbolista que no huye de la banda, sino que por el contrario su interpretación del juego le permite caer sobre el costado para activar la banda y dar amplitud a la jugada cuando ésta lo demanda. Sirva como prueba el tercer gol ante el Madrid en la vuelta de la Supercopa, cuando Cesc recibe en banda derecha siendo el hombre más abierto del equipo y generando el espacio interior en el que se produce la combinación entre Messi y Adriano. Por eso, aun partiendo de una posición abierta, el juego de Iniesta no se anclaría en la orilla, sino que es de esperar que sea el propio juego quien sitúe a ambos jugadores.
En cambio, si Guardiola opta por alinear a Iniesta en banda derecha para reproducir el esquema de esta temporada con un extremo más abierto –Villa- y otro con una mayor presencia por dentro –Pedro-, el contexto para Cesc en el interior izquierdo cambiaría. Sobretodo si el extremo izquierdo es para Villa y no para Pedro, el de Arenys se encontraría un contexto menos combinativo -con Puyol como central izquierdo, Abidal en el lateral y Villa en el extremo- aunque la posición de Messi por el centro evita darle al perfil izquierdo culé el perfil marcadamente finalizador que tuvo la temporada del triplete.
