El equipo de Robin Dutt es un equipo flexible tanto en nombres como en dibujo. Maneja un grupo de entre 15 y 17 jugadores que pueden entrar asiduamente en el once tipo, y la elasticidad suficiente en los esquemas como para adoptar distintas formas. A la cita ante el Barça, sin embargo, llegará con las bajas de Ballack, Sam y Derdiyok. El primero últimamente estaba alternando la titularidad con la suplencia, pues los dos hombres fuertes del mediocampo alemán son Rolfes y Bender -hablaremos de ellos más adelante-. Por su parte, Sam es un jugador de banda, habilidoso, punzante y que en un partido como el de mañana seguramente habría tenido su rol como revulsivo desde el banquillo. Por último, Derdiyok, es el nueve más peligroso del equipo, que sin él deberá encomendarse a un ariete mucho más blando como Kiessling. Por eso, más que nunca, deberá emerger la figura del internacional alemán André Schürrle, quien, aunque normalmente ocupa una posición más de banda, seguramente centre su posición ante el equipo de Guardiola.
Contra el F.C.Barcelona, no obstante, el Leverkusen podría manejar una alternativa debido a la problemática defensa sobre Dani Alves que hemos planteado anteriormente. Ésta pasaría por cambiar de banda al polivalente Gonzalo Castro para emparejarlo con el lateral brasileño, decantar a Bender al perfil derecho y que sea Rolfes quien forme junto a Reinartz. Éste, reconvertido últimamente en mediocentro pero originariamente central, puede ser otro de los puntos conflictivos en el planteamiento de Dutt. Se trata de un futbolista de giro lento, poco ágil y que puede tener muchos problemas para leer el juego si el Barça mueve el balón con velocidad en su zona -la zona de Messi, Cesc, Iniesta…- si eso ocurre tenderá a aplastarse contra sus centrales, lo cual unido a que estos, debido también a su poca velocidad, tienden a resguardarse en una posición retrasada, puede regalar demasiado terreno de juego al Barça.
Debido a esos problemas para parar el juego del Barça una vez éste haya superado la presión de los interiores alemanes, el Bayer, desde el inicio, tratará de llevar el juego de los azulgranas a la banda y ahogarlo ahí llevando hacia la cal a lateral y hasta a tres jugadores más para tapar al futbolista culé. Abrir el balón a la cal y volver a mandarlo al centro, será el objetivo de los de Guardiola, pues la poca velocidad de los hombres que ocupan el carril central del Leverkusen, les dificulta mucho el retorno a sus posiciones originales. Se abre la posibilidad del 1-3-4-3 para abrir mucho por fuera con dos extremos –Alexis, Pedro, Cuenca o Alves– y juntar a muchos hombres por dentro –Messi, Cesc, Iniesta, Xavi, Busquets…-. En la eliminatoria de Champions este planteamiento puede conllevar riesgos, más si pensamos que el Barça no atraviesa precisamente por su mejor momento, por lo que lo más probable es que veamos un planteamiento similar al utilizado en el Santiago Bernabéu en Liga, es decir, la posibilidad de moverse el 1-4-3-3 al 1-3-4-3 dependiendo de la posición que ocupen Alves y Busquets en cada momento.