
Todo eso lo veía Ronald Koeman que desde atrás era el comandante de ese equipo. Cuando el holandés llegó como técnico a Valencia, puso en practica algo parecido a lo propuesto por Johan más de diez años atrás, aunque a hora, en base al contraataque. Cuando el equipo defendiera, Villa quedaría abierto en banda izquierda, Silva se descolgaría casi como delantero centro, y Juan Mata se incrustaría en la media haciendo de interior. Tras la recuperación, Silva se acercaba a la media para contactar con el balón, Villa trazaba la diagonal hacia dentro a zona de remate y Mata aparecía en esa banda liberada por ‘el Guaje’. A Koeman sólo le faltó «su Sergi». Era Jordi Alba, pero su momento aun tendría que esperar.
Ahora, tras sobresalir en el Valencia de Emery y destacar con la selección española en la Eurocopa que se disputa actualmente en Ucrania y Polonia, Jordi Alba regresa a F.C.Barcelona, de donde salió cuando aun era cadete. Llega ante la necesidad del equipo de reforzar el lateral izquierdo tras el hueco dejado por la enfermedad de Eric Abidal. Sin embargo Jordi no se parece demasiado a Abidal. Pocos laterales izquierdos de primer nivel se parecen al francés. Sino que puestos ha trazar paralelismos, Alba está más próximo a Dani Alves, o aun más, al madridista Fabio Coentrao. Sus comienzos fueron como extremo, es un lateral de marcada tendencia ofensiva y pese a eso, está cómodo conviviendo con las responsabilidades defensivas que requiere su nueva demarcación. No le disgusta defender. Es correoso, intenso, incansable y tenaz.
Jordi es una pieza nueva, o por lo menos, distinta a lo que hemos visto en el once tipo culé durante los últimos años. Por lo tanto, su presencia afectará al resto de piezas y a las relaciones y mecanismos que entre éstas se establecen. Algunas se perderán -cierre de tres atrás con los centrales y el lateral izquierdo- y se generarán otras nuevas. De entrada, en la banda izquierda, uno de los principales beneficiados puede ser David Villa. Limitado en su función de dar amplitud en banda izquierda, con Alba «haciendo de Alves» por banda izquierda, el delantero asturiano se desharía de esa obligación para aparecer más libremente por el centro. También Iniesta encontraría ese jugador que estirase a la zaga rival para que el manchego disfrute de espacios por dentro y encuentre mayor número de situaciones de uno contra uno. Por último está Messi, quien suele recibir ligeramente decantado sobre la banda derecha para encarar saliendo hacia dentro. En esas situaciones, en las que argentino repliega al sistema defensivo sobre él, Alba encontrará la banda despejada y Leo el cambio de orientación fácil.
