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Ventaja en los extremos

Si algo se puede achacar a este inicio del proyecto Vilanova, y la mayoría estaríamos de acuerdo, es el poco aprovechamiento de los extremos. Su rol es secundario y prácticamente se limitan a fijarse en banda para abrir el campo. No se pretende potenciar sus virtudes, pues ninguno de ellos sobresale pegado a la cal, y es sintomático que el extremo que más rendimiento ha dado cumpliendo ese papel, haya sido Tello, el de un nivel menor de cuantos están a la disposición del técnico. Anoche, no obstante, durante la primera mitad, tanto Pedro como Alexis fueron las vías por las que el equipo encontró ventajas que le permitieron irse al descanso en ventaja. A nadie se le escapa que ayer, en el primer tiempo, el Barça pisó más área de lo que viene siendo habitual. Y es que tanto Pedro como Alexis desarrollaron un comportamiento distinto al mostrado hasta ahora.

En el caso del canario, sus primeros minutos fueron claves para que el Barça tomara la ventaja en el juego -más allá de las habituales concesiones en transición defensiva-. En el Benfica, Jorge Jesús había optado por reforzar le medular con un quinto centrocampista, Bruno César, que se situó como interior izquierdo. El brasileño, eso sí, quedaba liberado para romper la línea y apoyar a su delantero centro a la hora de presionar la salida del balón azulgrana. Cuando esto ocurría y   el interior izquierdo salía, a su espalda se generaba un espacio notable, una situación que Pedro interpretó a la perfección. Una y otra vez, el canario encontró recepción fácil en esa zona, generando la primera ventaja, superioridad por dentro y obligando al mediocampo portugués a girarse y regalar metros. A lo largo de esos minutos, Pedro fue más mediapunta que extremo. La banda, en este caso, quedaba para las subidas de Dani Alves y las caídas de Messi.

El técnico luso leyó la situación y movió pieza. Intercambió las posiciones de sus dos interiores de modo que Enzo Pérez actuaba de interior izquierdo conservando la posición y eliminando los espacios de la recepción de Pedro. Se abrió la posibilidad de cambiar también a Pedro de perfil -opción que se diluyó cuando al descanso Martins sustituyó a Bruno César- pero eso implicaba devolver también a Alexis al perfil de Xavi. El chileno estaba siendo la vía de peligro alternativa una vez se había limitado la opción de recepción interior de Pedro.

Acostado en banda izquierda, el juego de Alexis se torna menos rico, con menos matices, pero en un momento complicado para él en el dibujo de Vilanova, la banda izquierda le permite liberarse. Disminuye la posibilidad de salir por fuera y ahí pierde alternativas, pero recibir a pierna cambiada le permite quedar encarado hacia dentro con la diagonal larga habilitada. Encuentra espacios y un movimiento largo que ahora mismo le refuerza. Un lateral encargándose de la amplitud cuando Alexis se desplaza a otras zonas y la habitual anarquía de Cesc, terminan por dibujarle un contexto cómodo.

Ese es el lugar de Villa. Alexis puede dar más si logra encontrar su sitio y su voz en banda derecha. Pero hasta que eso ocurra, la banda izquierda alivia y permite que, como ayer, se sienta importante para el equipo.

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