
No es malo, y es lógico. Martino es un técnico nuevo, que llega en un momento delicado y que apenas lleva seis jornadas de Liga. En este Barça, el once titular seguramente sólo presente incógnitas en los interiores y en la tercera plaza atacante, con permiso del lateral izquierdo que con la lesión de Alba ahora queda fuera de esta cuestión (tercer partido completo consecutivo del frágil Adriano). El planteamiento del Tata es que nadie se sienta suplente antes de tiempo (nadie del grupo de titulares de la plantilla, se entiende). Llegar y darle las cinco primeras jornadas a Alexis, es mandar un mensaje contundente a Pedro. Lo mismo al revés o con los interiores. De modo que los implicados van rotando de manera aparentemente calculada. Nadie empieza en desventaja.
Esto, sin embargo, no vale para siempre, y se acerca la fecha en que el Tata deberá empezar a descubrir sus cartas. Rotar sí podrá seguir rotando, pero le tocará mojarse en las elecciones. Porque sino, lo mismo que ahora hace bueno al sistema, lo hará fracasar. Superado el lógico tramo inicial, el jugador debe sentir que sus méritos pesan. Que es su rendimiento lo que le da o le quita minutos. De lo contrario, si no son los méritos los que dan o quitan la titularidad, es fácil que aparezca la desmotivación o la desidia. Bien porque por bien que juegue volveré a salir, bien porque por mal que esté volveré a entrar. Pedro y Alexis, Xavi, Iniesta y Cesc. Deberán dejar de compartir para empezar a competir.
