
Sigamos estirando del hilo pero, en esta ocasión, hagámoslo volviendo a pasar por la casilla de salida. Nos situamos en Anoeta. Iniesta y Busquets son los interiores, y Song el mediocentro. Como el once de Arrasate tiene la presencia arriba de Griezmann y Vela, el pivote azulgrana -Song-, juega gran parte del partido entre Marc Bartra y Piqué. Se tarta de tener por dentro un defensor más que atacantes tiene el rival. La misma disposición se repite cuando el Barça tiene el balón. Para dividir atenciones, poder abrir a los centrales y, en definitiva, tener superioridad numérica respecto a la primera línea de presión del adversario. La consecuencia, sin un delantero arriba que a la práctica sea centrocampista, es que la sala de máquinas la ocupan sólo dos hombres. Y uno de ellos es mediocentro, ya que el plan es que Busquets caiga a esa demarcación cuando Song se meta atrás. A la práctica el 4-3-3 del inicio es un 3-4-3 en el que las piezas en mediocampo están excesivamente separadas. Situados en línea recta de ancho a ancho del campo, Montoya, Busquets, Iniesta y Adriano dejan sólo dos hombres en el carril central. Suena y se vio escaso.
Pero el Barça en el mediocampo sigue teniendo cuatro jugadores. Así pues, teniendo en cuenta esto, parece una opción interesante mandar a los laterales dentro. Pasar de esa línea de cuatro en línea en zona ancha, a una disposición más cerrada. Se mantiene el tres contra dos atrás ante los puntas, y se ocupa la medular sin que ningún delantero tenga que dejar de serlo. Llegados a este punto, cabría preguntarse si, a tenor del papel eminentemente central que en estas líneas estamos atribuyendo a los laterales, ante contrarios que salgan con un ataque formado por dos delanteros, no sería más indicado pensar en situar en su lugar a dos interiores. El mediocentro metido a central ejerce de hombre libre sin que ello implique desnudar la medular, donde se genera superioridad numérica sin tener que sacrificar a uno de los hombres de arriba. A estas alturas ya no engañamos a nadie: hemos propuesto el 3-4-3. Asumiendo que Martino difícilmente se lo plantee, ¿tiene ahora mismo el Barça jugadores para aplicarlo? ¿Es una opción real?
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