
Pellegrini, por su parte, volvía a ceder la iniciativa, consciente que con el sistema defensivo de su City, cualquier otra cosa era exponerse a hincar la rodilla demasiado pronto. Contaba en su chistera con el gol a balón parado y con Agüero. Sin embargo, sí sorprendió que no acompañara al Kun. Fue su segundo error grave de esta eliminatoria tras la lentitud para recomponer la defensa después de la expulsión de Demichelis en la ida. El delantero argentino era una carta ganadora contra Mascherano. El Jefecito no es central, y ante puntas que le exigen conocer los entresijos de la posición, sufre. Ninguno más complejo que el Kun. Pero presentando el City una sola referencia arriba, Piqué quedó libre siempre para realizar la ayuda. Agüero no apareció y los ingleses se quedaron sin traducir su juego en oportunidades. En ausencia del delantero, fue Silva el encargado de comandar los ataques citizen.
Como descubrimos en el segundo tiempo, la primera mitad de Piqué escondió más imperfecciones que las que se dejaban ver. El Barça no defendió bien -mejor con balón que sin él- pero gracias a Gerard el City no llegó a intimidar. Sólo algún error de colocación y temple de Jordi Alba a la hora de leer la posición de Nasri, provocó que la sociedad del francés con Silva metiera el balón en el área. Por lo demás, sin balón, en el Barça sorprendió el comportamiento de Busquets, que corrió más que nunca. Que lo haga en vertical ya lo esperamos, pero no es tan habitual que lo haga también en horizontal. Llegó a ambas líneas de banda. Con Cesc por momentos con apariencia de doble pivote, Busquets voló muy libre. Demasiado.
En ataque, Martino finalmente optó por alinear juntos a sus 5 mejores futbolistas de medio campo hacia adelante, y los dispuso repitiendo la misma organización que en la ida pero con Neymar donde Alexis. En el Etihad lo insinuó y ayer ofreció una nueva evidencia: cuando Neymar juega en la derecha, como el perfil diestro le pone más difícil salir hacia dentro, adopta una posición de partida bastante más centrada. La consecuencia es que vemos a un Neymar bastante más asociativo pero más inconstante. Combinó bien con Messi, y con el argentino también se relacionó de manera interesante en cuanto al espacio. Ney quería entrar y Messi salir para recibir sobre su perfil cómodo. Contra lo que se podía intuir, se pisaron poco. Con la plataforma despejada para la recepción del 10, y el apoyo cercano de Neymar, Xavi y Alves para combinar, la banda izquierda fue un aclarado para Iniesta. Recibió con espacios y en situación ventajosa para encarar. Pero como Andrés desequilibra mucho pero define poco, esta situación sirvió principalmente para trasladar el foco. El Barça primero juntaba en la derecha y después en la izquierda. En este segundo escenario quien encaraba el perfil vacío era Neymar, que encontró buenas situaciones para entrar sobre el lado débil.
La primera mitad terminaba con empate a cero, y la segunda empezaba con un cambio skyblue que apuntaba a positivo para los intereses del Barça. No lo fue. La entrada de Dzeko por Agüero resultó ser un revulsivo que inclinó el campo sobre el arco de Valdés. El City rondó el gol, Víctor lo salvó y quizá ahí estuvo la eliminatoria. Dzeko, referencia en el juego directo, obligó a que el Barça cambiara los roles de marcador y libre entre Piqué y Mascherano, con lo que perdió el decisivo factor corrector de Gerard. Por suerte para Martino, antes de que la herida se abriera demasiado, apareció Iniesta. Pasó a jugar de interior sin matices, bajando a la base a buscar el cuero y trasladándolo a campo rival sin riesgo de pérdida. Bajó las revoluciones a un inicio de segundo tiempo muy peligroso para los culés, prácticamente al mismo tiempo que Messi adelantaba al Barça y sellaba la clasificación para cuartos.
El City se la jugó ya sin tiempo al centro lateral y a cargar el área, con Navas, Milner, Dzeko, Negredo y Touré en el campo, pero Zabaleta dio por concluida una eliminatoria que finalizó con otro gol en el último minuto de Dani Alves. No fue un Barça perfecto, pero seguramente sí la mejor versión que puede ofrecer ahora mismo el equipo de Martino. Sirvió para eliminar al Manchester City venciendo tanto en la ida como en la vuelta. No es poco.
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