
Cuando en enero de 2013 se anunció el fichaje de Guardiola por el Bayern, pusimos la cuestión sobre la mesa. ¿Qué técnico iba a renunciar a la determinación del holandés, para apostar a algo más en el juego como lo que puede aportar Müller? Heynckes no lo hizo, y Pep tampoco, pero en el caso del catalán, porque su Robben es otro. Después de que la Champions conquistada hiciera desaparecer todos los fantasmas, el Robben de ahora se parece más al del PSV o el Chelsea, y Pep además ha aprovechado la situación para potenciar su juego entre líneas. En este Bayern de más toque y más control, Arjen es uno más, uno de los que más. Y como sucede en la izquierda con la pareja Alaba-Ribery, sus nuevos registros permiten mil posibilidades distintas a su equipo. Incluso que su entrenador piense en él para jugar en la mediapunta. Con 30 años, Arjen ha cambiado. Nos ha dado una lección. Al fin y al cabo, en este Bayern de Múnich, es quien lleva la diez.
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