
Guardiola no lo tiene tan caro. El basalto es Hoeness, Matthäus o Effenberg. El Bayern antiguo, el alemán. Le preguntaban a Pep tras la derrota en el Santiago Bernabéu sobre cómo iba a plantear el encuentro de vuelta, y el de Santpedor dudaba. «Cuánto más vertical va el balón, más vertical vuelve». El partido disputado había expuesto con claridad el peligro de abrirle la puerta al Madrid. No contragolpea como el de Mourinho pero tiene a los futbolistas que tiene. La transición defensiva alemana no es todo lo consistente que cabría desear ni a nivel colectivo ni a nivel individual, y esta noche enfrentará a un Gareth Bale y a un Cristiano Ronaldo en bastante mejor estado que el pasado miércoles. Benzema dependerá de él para ser el mismo. Por contra, Guardiola puede salir a jugar a lo que jugó en Madrid. Control y posesión para mandar sobre el esférico y minimizar el peligro de una contra madridista. Sucede que pese al asedio de los primeros minutos hasta el gol, el Bayern no sólo no se adelantó, sino que no llegó a disfrutar de demasiadas ocasiones claras de gol. A punto estuvo, pero casi siempre faltó el detalle, o se impuso el detalle de los jugadores blancos. Xabi Alonso, Pepe, Ramos, Coentrao y Carvajal, sobrevivieron a la avalancha y el Madrid pudo cerrar bien su área. La tentación de abrir el partido, dejar salir a los blancos y encontrar así espacios en el frente del ataque, está ahí.
No es tanto una cuestión de nombres como de voluntad hacia el juego. Los once, con un plan o con otro, seguramente varíen poco. Thomas Müller por Rafinha respecto a la ida, y quizá Javi Martínez por Schweinsteiger, porque al alemán no se le encuentra un rol definido y porque el ex del Athletic suma piernas en la recuperación y una ayuda más sólida a los centrales en la defensa a Benzema.
Puede ser interesante ver donde entra Müller. Tanto como extremo derecho, segundo delantero o mediapunta, el alemán es gol y agitación. Algo irrenunciable en Champions y más cuando se está obligado a darle la vuelta a un resultado adverso. Lo normal, lo que imaginábamos en Madrid, es que se situara cerca de Mandzukic para aprovechar la segunda jugada tras balón directo al croata, y para sobrecargar una área que intuíamos débil ante la posibilidad del centro lateral. Sin embargo, a la práctica, la agresividad de los laterales blancos y la jerarquía de Pepe por alto, permitieron muy poco al Bayern en este tipo de situaciones. Hoy los alemanes juegan en casa y a la Champions le gusta poner misterio a las eliminatorias, pero Pep podría plantearse alternativas. Una de las posibles sería abrir a Müller y orientar por dentro a Robben. La aportación de Thomas en banda apenas cambiará. Seguirá cargando el área y apareciendo en cualquier lugar, pero con el holandés en tres cuartos, el Bayern puede encontrar el equilibrio que le permita atacar todos los frentes. Por fuera, por arriba, por el centro y a ras de césped. Al Madrid le tocaría diversificar su defensa y, además, sobre el campo, aunque tendrá una arma nueva, ésta será de doble filo.
Para la final de la Copa del Rey ante el Barça, faltó Cristiano Ronaldo y Ancelotti dispuso a su equipo en un 4-4-2 con el que apuntaló el área de Casillas. Hace una semana, en la ida, quien faltó fue Garteh Bale y el técnico italiano repitió disposición. El tipo de defensa fue distinto pero el esquema y el número de efectivos implicados en la tarea no varió. Que jueguen juntos el galés y el portugués, y además lo hagan también con Benzema, es una gran noticia para el Madrid y un problema para Guardiola, pero con el cambio se abre una grieta que si los blancos no compensan o el Bayern logra meterse por ella, puede cambiar bastante el escenario del partido de ida. La amenaza madridista a la contra no hará más que aumentar, pero en la mitad que atacarán los alemanes, las ayudas defensivas en banda pueden llegar más tarde y por el centro aparecer más espacios. El muro de basalto que aguantó la embestida bávara será distinto, y el Bayern sólo necesita un gol. Seguramente Guardiola guardará las cerillas, aunque las tenga a mano por si acaso.
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