
Soldado de Luis Enrique cuando ascendió del juvenil al filial, primero como elemento de rotación en mediocampo y recurso para una poco habitual ausencia de Montoya en el lateral derecho, fue a las órdenes de Eusebio que pasó de novato a veterano. Mediocentro o interior, y central en la última etapa, en ninguno de los 109 partidos en que ha lucido la camiseta del filial, ha escatimado esfuerzo, trabajo y generosidad, y todo ello lo ha adornado con una muy buena lectura y una elegante comprensión del juego. No le ha bastado para vencer a la exigencia que abre las puertas del primer equipo, y con 23 años este verano partirá rumbo a otro club. Volverá, tarde o temprano, enfundado en otra camiseta, y pisará por primera vez el césped del Camp Nou en partido oficial. Para cuando esto suceda, bien haría la afición del Barça en tener presente lo que ha dado Ilie a la entidad, para agradecérselo como merece. Por ser el ejemplo en el Mini. El otro capitán.
