
Lo mejor del Barça ante el Atlético ha venido de las botas de Andrés Iniesta. La primera parte del partido de Liga y la segunda en la ida de los cuartos de final de la Champions League, y en ambas tuvo extremo que le limpiara la zona: Pedro primero, Neymar después. La gran fuerza del equipo de Simeone cuando se enfrenta al de Martino, es la perfecta defensa sobre Leo Messi y el control del área propia. Iniesta acontece demasiado lejos de ambas cosas como para que el mismo engranaje alcance a cubrirlo. Además, es un ataque directo al orden defensivo atlético, por su capacidad para superar a su par en la media y girar la línea. No está siendo la temporada más constante de Iniesta, pero pocas esperanzas mayores puede albergar el Barça, que la inspiración del manchego. En el segundo tiempo del partido de Champions, también sobresalió Neymar. El brasileño es, además, el único culé que esta temporada le ha marcado a Courtois. Al sábado si llega llegará muy justo, pero el dato no sólo habla de lo decisivo de Neymar, sino también de donde puede estar el agujero. Entre que Messi atrae hacia la derecha, que Iniesta reclama separación y que Juanfran no tiene el talento defensivo de otros de sus compañeros para interpretar situaciones complejas, puestos a seleccionar un lugar por donde golpear, lo más lógico parece ser intentarlo por su zona. Juntar en la derecha, dividir con Andés y terminar con Pedro.
El Atlético de Madrid, por su parte, prácticamente siempre ha sustentado sus fases de ventaja sobre el Barça en el dominio defensivo en campo propio. Seguramente no hay otro equipo en Europa en esta suerte. Sin embargo, como hemos apuntado, esto le deja lejos de la portería azulgrana, y arriba no va sobrado de velocidad para contrarrestarlo. Por eso, de los cinco partidos en que se han visto las caras este curso, la fase de aplastamiento se vivió cuando los atléticos lograron recuperar más arriba. En la vuelta de Champions, amparándose en las ausencias de Valdés y Piqué, el Atlético apretó la salida de balón del Barça, forzó el error, la recuperación, intimidó y fijó el estado anímico del duelo. El sábado es seguro que tampoco estará Víctor, y veremos si Piqué llegará a tiempo, aunque el Camp Nou es el Camp Nou y los locales tendrán más espacios para salir sin tanto riesgo. Falta saber si también tino.
