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Rakitic: lo que está siendo y lo que no

rakitic-momento-del-partido-ante-elche-1408918378865Esta misma semana, a las puertas de una nueva jornada de selecciones, el técnico croata Niko Kovac hablaba de Rakitic y de la posición retrasada que Ivan ocupa, junto a Modric, en el combinado nacional. Utilizaba para la ocasión el caso de Andrea Pirlo como ejemplo de lo que busca en los dos medios: capacidad organizativa y peso con balón. Paralelamente -y nos quedamos con el centrocampista culé– sorprende el poco papel que está teniendo con el esférico el 4 del Barça en el guión que, de momento, está trasladando a la escena el equipo de Luis Enrique. Dani Alves llegó a España con Caparrós y fue gigante de la mano de un Juande Ramos que puso a disposición del lateral las coberturas de Christian Poulsen, que bajaba a la derecha de la zaga para que Dani pudiese marcar diferencias arriba. Al danés aquello le valió para ser considerado uno de los mediocentros más importantes de la Liga y para fichar por la Juventus de Turín, un nivel que nunca tuvo. La rubia cabellera de Rakitic pareciera poder aspirar a más, pero a quien abanderara al Sevilla campeón de la Europa League, le toca ser peón. De gran utilidad, eso sí.

Una utilidad que se relaciona principalmente con dos nombres: el de Alves y el de Leo Messi. Del primero es la cobertura, y ha sorprendido por su predisposición y corrección en la tarea. En un Barça que, parece, no quiere pegar a ninguno de sus delanteros a la cal, la banda se intuye cosa de los laterales, y Luis Enrique está usando a los interiores para compensar dicha posición adelantada de Alves y Jordi Alba. Los últimos tres encuentros han añadido matices, pero ni parecen ofrecer de momento una respuesta al largo plazo ni se ha visto en estos partidos un protagonismo muy superior con el esférico de las piezas sacrificadas. Además de con Dani Alves, Rakitic convive en el sector derecho del Barça con Leo Messi. El 10, que empezó muy centrocampista y poco a poco va regresando al área, prefiere para sus recepciones la zona del interior derecho, y como el Barça lo ha necesitado para cruzar líneas de presión rivales moderadamente engrasadas, a Rakitic le ha tocado apartarse y favorecerle el aclarado. Incluso en aquellos partidos -han sido pocos- en que al croata no se lo ha enfocado a la espalda de Alves ni a visitar obedientemente la cal cuando el equipo inicia el juego, tampoco ha parecido recaer en él un rol especialmente relevante respecto a lo que ocurra con la pelota. El nuevo 4 del Barça se parece poco a los anteriores. A los que lo llevaron y a los que lo fueron. Se parece poco a él.

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