
Para Adriano no es sencillo compartir banda con Neymar. Su encaje es ciertamente conflictivo. Cómodo yendo por dentro y cada vez menos profundo, en ataque comparte movimientos con el 11 blaugrana, para quien termina siendo más un estorbo que un aliado. Ney necesita en su costado a alguien que corra la banda de la que él escapa, que busque la profundidad mientras él acude a la corona y con quien poder combinar. En este último aspecto es en el que Adriano es superior a Alba, pero por un lado el resto no compensa y por el otro debe reconocerse que el catalán no está suponiendo ni mucho menos un problema asociativo en el sector izquierdo del ataque culé, y su conexión con Neymar está resultando más que apreciable. De hecho, viendo la función que actualmente tienen ambos laterales en el sistema de juego de Luis Enrique, las características de Adriano estarían más cerca de encajar en el derecho que en el izquierdo. En el carril diestro, el papel de Alves ha dejado de ser el de recorrer todo el largo del campo pegado a la línea de cal. Ahora se le pide mayor protagonismo en salida de balón para hacer llegar el balón a Leo Messi, y un comportamiento por lo general más interior cuando el ataque del Barça se establece en campo rival. Adriano tiene el pase, la mesura y la responsabilidad posicional para ajustarse mejor a ese papel en caso de contratiempo.
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