
Se enfrentaban en el Mini el conjunto azulgrana y la Ponferradina que entrena Manolo Díaz, ambos conjuntos pensados ahora mismo para ordenarse atrás y generar peligro con transiciones rápidas. En estas, la iniciativa con balón, a regañadientes, acostumbra a recaer en el cuadro que ostenta la condición de local, que en este caso fue el Barça B. No lo hizo de una forma especialmente rica, porque la ordenación de las piezas no es la que más lo favorecía y porque la elección de las mismas venía marcada por motivaciones diferentes. La presencia de Patric y Gumbau en el doble pivote, y de Dongou y Sandro en las bandas, dejaba prácticamente toda la responsabilidad asociativa a un Halilovic sin aliados. Atacando en posicional, pues, a la fórmula le faltaban muchas presas en las que sujetarse, y la alternativa más viable -un robo adelantado que encontrara a la defensa rival desorganizada- tenía pocas opciones de producirse debido a los pocos riesgos que tomaba la Ponferradina en salida. La transición berciana apenas exponía el cuero en fase inicial, sino que buscaba envíos más directos a al espalda de una zaga local adelantada que por lo general controló este tipo de situaciones y que cuando no lo hizo contó con la inspirada aparición de José Aurelio Suárez.
Así las cosas, el rescatador una vez más fue Alejandro Grimaldo, liderando el juego y multiplicándose en él. Lateral, centrocampista y delantero, se encargó tanto del juego medio como de la amplitud por banda, pisó la línea de fondo, la mediapunta y fue el azulgrana que más fluidez y claridad imprimió a la circulación. Durante muchos minutos fue prácticamente el único argumento ofensivo del equipo y el encargado de ponerlo en ventaja en el marcador asumiendo la responsabilidad en un tiro libre directo. Con ajustada precisión anotó su cuarta diana de la temporada, la tercera en el lanzamiento de una falta. Ya en ventaja entraron al campo primero Adama para aprovechar los espacios que ofreciera el rival en busca del empate, y posteriormente Samper para ganar tranquilidad con el balón y opciones de esconderlo. Teniendo en cuenta la posterior expulsión de Grimaldo y que el lateral es ahora mismo una de las escasas soluciones con la pelota que tiene en su once favorito Jordi Vinyals, veremos si el que hasta hace algunas semanas era el cerebro del juego del filial vuelve al once el próximo fin de semana para compensar la ausencia.
