
Lo fue por ejemplo en la temporada 2012-13, cuando catalanes y parisinos, entonces dirigidos por Tito Vilanova y Carlo Ancelotti respectivamente, se enfrentaron en los cuartos de final de la máxima competición continental. En la ida, con un intercambio con Beckham que lo emparejó a Iniesta, y un gol en el descuento que firmaba el empate a dos final, fue explicación en las dos áreas. Sin embargo, una amarilla sumada al ciclo le hacía perderse la vuelta en el Camp Nou, donde Messi, lesionado, originó la jugada del gol que clasificaba a los azulgranas justamente en la que habría sido su zona. También este mismo curso Matuidi ha sido un actor principal en el doble duelo de la fase de grupos entre los protagonistas de mañana. En la victoria francesa en el Parque de los Príncipes anotó el definitivo 3-1 llegando al segundo palo desde atrás para materializar un centro desde la derecha, y cuando la contienda se trasladó al Camp Nou, detectó como nadie en su equipo el espacio en la mediapunta que estaba dejando el marcaje de Mascherano a Ibrahimovic, lo atacó, y de una dejada suya nació el único gol visitante.
Mañana, otra vez apercibido de perderse el partido de vuelta, defenderá la zona de Lionel Messi, su regate y su pase diagonal hacia los desmarques de Neymar y Jordi Alba. Bien en un 1-4-4-2 sin balón con el que ha trabajado Blanc esta temporada o con el más habitual 1-4-3-3, será el interior que defienda más cerca de la altura del mediocentro en el repliegue y, al mismo tiempo, el que llegue más arriba cuando sea su equipo quien ataca. Por dentro si ve el agujero o por fuera de forma más habitual, con un dentro-banda batiendo espaldas para llegar al lateral del área y mandar hacia dentro a Cavani o Pastore. Atacando en profundidad cuando el argentino pause entre líneas o lanzándose a la conquista del segundo palo cuando su equipo progrese por banda derecha. Incluso formando en el vértice superior izquierdo de un cuadrado en mediocampo si a los locales les da por buscar fases de más posesión. Matuidi estará en primer plano, bajo la luz de los focos y sin más sombras que las culés.
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