Y es que, aunque la empresa que se plantea el Bayern es descomunal, su rival esta noche no es justamente una fortaleza impenetrable atrás. Pese a que de un tiempo a esta parte la defensa posicional del Barça de Luis Enrique ha crecido como ha crecido en general el equipo en todas las fases del juego, sus principales argumentos para la contención siguen siendo el trabajo previo con la pelota, la importancia que a partir de ahí tienen hombres como Piqué, Mascherano, Busquets y Dani Alves en transición defensiva, y las reservas que puedan tener sus adversarios a la hora de lanzarse arriba por lo que descubren atrás y ante quien lo descubren. El Bayern, no obstante, necesita la gesta y buscará el campo contrario, probablemente sujetando atrás a algún lateral de más pero con intención de cercar el área de Ter Stegen con los hombres que presente del mediocentro en adelante. Le puede quitar el balón al Barça, empujarlo hacia atrás y obligarlo a defenderse donde menos sabe y donde el aliento de la grada le abrasará la espalda.
Aunque si bien el margen del Barça es amplio y Luis Enrique puede jugar con el hecho de que un gol que no tiene porque andar lejos resolvería en gran parte el choque, cabe barajar la opción de que bien de inicio bien a lo largo del partido Busquets y Mascherano compartan línea de medios, pues la variante de los dos mediocentros parece pensada específicamente para este tipo de escenarios. Por lo general, es una alternativa que dota de más recursos al equipo para defender cerca de su guardameta pero que acarrea un sinfín de inconvenientes para salir limpio y llevar el juego sobre la otra mitad. En cierto modo, el tándem Busquets-Mascherano en el centro del campo del Barça condena a los culés a defenderse en su campo debido a los problemas que implica para cruzar al otro, y a fin de cuentas, aunque así disponga de más argumentos, el conjunto azulgrana sigue defendiendo más cómodo cuando más cerca del guardameta rival se encuentra. Pero cuando la condena no es voluntaria sino que, como puede suceder esta noche, depende del rival, ahí sí, a comparación, el Barça saldría fortalecido con Mathieu junto a Piqué y con Mascherano junto a Busquets.
Porque el Bayern tiene mimbres para, en un partido tan marcado por el resultado de la ida, acaparar mucho balón, y también los tiene para encontrar o abrirse caminos con los que dañar al Barça, algo que no logró en el Camp Nou. Götze y Thiago, partiendo desde la izquierda pero terminando detrás de Busquets, son dos futbolistas con recursos de sobras para desequilibrar en la corona. El alemán con Pep todavía no ha comparecido y no aparece subrayado en ninguna previa, pero talento y calidad tiene en arrobas, mientras que el mayor de los Alcántara, no tan fiable desde la posición como en su día se esperaba, volando libre y cerca de la mediapunta sabe como ser decisivo. Se desenvuelven en espacios reducidos, tienen visión para el último pase, llegada y disparo desde media distancia, pero enfrentarán al triángulo fuerte del Barça, el de Alves, Piqué y Rakitic, a los que no es descartable que se sume Suárez con una mayor responsabilidad defensiva en banda. Si la idea no se aparta mucho de la que funcionó ante el Porto, el Bayern hará pesar la banda izquierda para que sea la derecha, con espacios, la antesala de la ocasión de gol. Entonces con Lahm partiendo y terminando en banda, hoy es posible que con un cruce de diagonales alemanas, un movimiento en X, que lleve a Philipp del interior a la cal y a Müller de la banda al centro. El triángulo Jordi Alba-Mascherano-Iniesta parece jugoso para ambas cosas, sobretodo si el cuadro local logra nublar con centros el área de Ter Stegen, donde con Piqué atento a Lewandowski, Müller por arriba será muy superior al sector izquierdo de la defensa. Si el Allianz se adelanta, creerá en la final de Berlín.
Claro que el Barça solo necesita un gol para que la gesta se transforme en quimera, y eso, con Messi, Suárez y Neymar en línea de ataque, es más fácil que suceda con Rakitic sobre el campo que sin él. El croata ya gobernó la pasada Europa League a golpe de contraataque, y pocos mejores en la plantilla azulgrana para lanzar hacia los tres de arriba en un escenario con tantos espacios. Tiene la visión y la técnica para el pase largo y para que su envío sea casi una asistencia aún saliendo de campo propio. Y si el partido se abre, ya se vio en la ida en la que fue su mejor actuación de la temporada hasta le fecha, el paisaje del Allianz le sonreirá.
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