
Donde habrá cambio es en los relevos pues, ya de entrada, el más importante de la temporada que finaliza ya ha sido presentado con el Al-Sadd. Xavi Hernández en su última temporada como azulgrana ha sido tres cosas: jugador número 12, recambio de Andrés Iniesta y recurso desde el banquillo para ganar control sobre el juego. Como acostumbra a suceder en estos casos, difícilmente será un único futbolista el encargado de suplir las tres cosas, sino que el cometido descansará en más de una espalda. En cuanto a lo primero, a ser el primer cambio del entrenador, el paso de las jornadas es quien dará la respuesta, pero sobre el segundo y tercer quehacer se puede conjeturar más. Una plaza de interior quedará vacante y, además de Sergi Roberto, opositan a ella Denis Suárez y Halilovic. De ellos y de Rafinha dependerá si como tercer o cuarto elemento de la rotación.
Denis Suárez:
La cesión de Denis Suárez al Sevilla no ha tenido el éxito esperado. Llegó al conjunto de Unai Emery para remplazar al crack del equipo, y no sólo ha terminado como tercera opción por detrás de Iborra y Banega en la mediapunta a la que inicialmente aspiraba, sino que tampoco en una posición de banda ha encontrado acomodo como titular. El joven gallego ha pasado de incorporación estrella, a esperar turno como reserva para revolucionar un partido o para aprovechar los espacios que brinda un resultado de cara. La deriva hasta llegar a esta situación no ofrece una lectura simple, pero es posible identificar en ella el cruce de dos vectores: los problemas del jugador para hacer emerger su fútbol desde el carril central y el golpe de timón de Unai ante los problemas para, como consecuencia, llevar a cabo su propuesta inicial. El resbalón en el Nervión sirve para detectar de forma clara ciertas dificultades del jugador a la hora de pesar desde la posición de enganche, y para recordar que, no en vano, su gran campaña con el filial se desarrolló partiendo desde la banda.
Viéndolo desde la óptica del Barça y con cierto optimismo, aun constatando que el préstamo ha dado poco resultado, cabe considerar, por un lado, que la posición de 10, como tal, no existe en el dibujo azulgrana, y que, aunque ya menos, el tipo de juego que trata de desplegar el conjunto catalán tiene poco que ver con el discurso de la mayoría de equipos. La mejor temporada en la carrera del pontevedrés se dio jugando de blaugrana y en un 4-3-3. Desde una posición de banda, lo que Denis puede darle al Barça lo vimos durante su año en el filial: conducción, visión de juego y el rol de cuarto centrocampista que añada alternativas a la línea atacante. En el interior, por su parte, donde más abierta puede encontrar la puerta para ser importante, podría venirle bien la tendencia que esta temporada ha azuzado Luis Enrique en la demarcación. Recibiendo abierto, el futbolista tendría la orientación y el espacio para superar líneas en conducción, lanzar hacia uno de los delanteros o aparecer en esa frontal en la que de partida no sabe hacerse encontrar.
En cuanto al sustituto del Xavi que templaba desde el banquillo y le daba un punto extra de control al juego del Barça, otra vez los ojos se posan sobre el menor de los Alcántara. Ya cumplió con un rol parecido, de inicio, en los enfrentamientos contra el Villarreal de Marcelino, y su fútbol ordenado permite ver en él al candidato más firme para el relevo dentro de la plantilla. Desde el segundo equipo, otro que puede sumar control a la medular utilizado como recurso es Sergi Samper. Este desde el mediocentro, es, de hecho, el heredero natural de la batuta del cuatro. El futbolista llamado a ocupar el papel de organizador que la partida del 6 dejará huérfano.
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