
Más allá de si el cambio puede tener continuidad cuando arranque la temporada o no, lo cual ahora mismo no es posible adivinar, la variación resulta interesante para reflexionar acerca del propio Douglas. Después de una temporada prácticamente sin presencia, y ante el escenario que le plantean la salida de Montoya, la imposibilidad de contar todavía con Aleix Vidal y el descendente rendimiento de Adriano, el lateral ex del Sao Paulo podría ser, al menos hasta enero, el lateral suplente que el año pasado no fue. Cuando comentábamos su sorprendente fichaje hace unos meses, decíamos de él que era un lateral al que le gustaba interiorizar su juego y participar con el balón en los pies, aunque una vez dentro, su intención no siempre se acompasara con la necesaria sutileza de sus botas. Apuntábamos, pues, que para el jugador, la mejor manera de rendir en contextos de mayor exigencia, quizá fuera llevar su juego hacia la cal, sacar provecho de su capacidades físicas para ganar línea de fondo y profundizar. Es decir, simplificar su fútbol, darle un punto extra de realismo. Y es lo que pareció intuirse ante el Galaxy, una prueba que no sirve de referencia pero en la que se insinuó un Douglas, al menos, más aprovechable que el que vimos la temporada anterior.
Después de que el brasileño jugara los noventa minutos en California, frente al United de Van Gaal fue el turno de Adriano y -sorpresa- Sergi Roberto. Lo de canterano no pasaría de anécdota de pretemporada de no ser por las declaraciones de Luis Enrique calificándolo de «recurso interesante» en el lateral y porque la reubicación puede tener sentido a tenor de lo que fue la posición en el Barça 2015. Como se ha señalado al principio y se ha analizado varias veces en este sitio, a partir de enero Dani Alves fue un lateral derecho asimétrico con mucha influencia en el carril central. Por momentos, y con permiso de Leo Messi, fue el interior derecho del que saltaba Rakitic para aparecer por delante. Encargado, en ataque, de tocar rápido en el sector del 10, de sumar con el esférico e interpretar su nuevo emplazamiento, y, en defensa, de rebañar la segunda jugada, apretar en la presión y reforzar la posición del mediocentro, toda vez Adriano parece descabalgarse y a Douglas enfocársele por fuera, ciertamente Sergi Roberto puede ser afín a la tarea. En los minutos que ocupó la posición se le vio extraño -no la conoce- y puede que finalmente todo quede en nada, pero las pretemporadas también sirven para eso. Para probar cosas extrañas.

